A pesar de lo aparatoso del accidente, que tuvo lugar en agosto del año pasado, para Scott Disick, expareja de Kourtney Kardashian y padre de tres de los hijos de la influencer y empresaria, las secuelas que ha sufrido desde entonces se resumen, sobre todo, en los problemas que está teniendo en el terreno sexual.

En el último episodio de la docuserie sobre las Kardashian, el modelo de 40 años habla con su excuñada Khloé Kardashian sobre aquel accidente y cómo desde entonces no ha ido a ver al médico, por lo que la socialité decide llevarlo a ver a uno.

En la conversación con el doctor y con la tía de sus hijos, Scott admite que desde que se estrellase con su Lamborghini mientras conducía cerca de la localidad de Calabasas, en California, ha tenido un enorme dolor de espalda, así como que esto y el estrés le han producido un gran aumento de peso.

Kendall Jenner se convierte en la IA de un chat y llueven las críticas

Para el modelo, todo esto está contribuyendo a que su vida sexual hoy por hoy sea "terrible". "[Desde el accidente] Todo ha cambiado en mi vida", ha comenzado explicando, "porque no puedo salir a correr y he subido de peso". Además, añadió: "No puedo moverme en la cama. Y si no hay movimiento, no puede salir bien".

En ese momento, Khloé le anima diciendo que precisamente esa debería ser su motivación para intentar volver a la normalidad y "subirse al carro" de los que hacen el amor. El médico le pregunta entonces a Scott que solía hacer para mantenerse en forma y divertirse y Scott vuelve a reiterar que era el sexo lo que más le motivaba.

Disick, que ya había tenido algún que otro comportamiento misógino en el pasado desde que saliese a la luz la relación de su expareja, Kourtney, con Travis Barker, volvió a hacer gala del mismo sugiriéndole en broma Khloé que quizá, cuando esté recuperado, ambos podrían probar si ha funcionado el tratamiento en la cama.

A Khloé Kardashian, eso sí, no le hizo demasiada gracia el chiste.