Vecinos aislados en El Cañaveral: con difícil acceso a la M-45 y bloqueados por Coslada

El aislamiento de los vecinos de El Cañaveral
El aislamiento de los vecinos de El Cañaveral
Carlos Gámez
El aislamiento de los vecinos de El Cañaveral

El Ayuntamiento de Madrid ha habilitado ya uno de los ramales de acceso de la M-45 a El Cañaveral. Se trata del que conecta con la avenida Miguel Delibes, una de las arterias principales de este barrio. Es un nuevo paso para tratar de descongestionar las entradas y salidas de esta zona de la capital, ya que los vecinos se quejaban de que tienen que soportar diariamente largos atascos. Sin embargo, no es una solución completa al problema. Las obras en la avenida Blas de Lezo, que debería conectar El Cañaveral con la M-45 y Coslada, continúan paralizadas. Es este municipio el que debería dar la autorización para poder ejecutarlas, pero se muestran reticentes a ello.

Ante la apertura de este nuevo ramal, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad en Madrid, Borja Carabante, ha asegurado que su equipo de Gobierno está "cumpliendo" sus obligaciones y ha instado al alcalde de Coslada a que retome las obras que bloquean el acceso de El Cañaveral a Coslada.

Los trabajos en la avenida Miguel Delibes se paralizaron hace unos meses debido a un desencuentro entre la Junta de Compensación, encargada de construir este nuevo barrio, y la Comunidad de Madrid. Discutían sobre quién debía asumir el sobrecoste que se había producido en un tendido eléctrico. Finalmente, fue el Gobierno regional el que se hizo cargo y, con ello, se retomaron los trabajos. Está previsto que finalicen en las próximas semanas.

Sin embargo, todavía queda un asunto pendiente. Las conexiones con Coslada. Para los vecinos de El Cañaveral, el acceso a la M-45 a través de la avenida Blas de Lezo es fundamental para reducir los atascos que sufren cada día. Sin embargo, el Ayuntamiento de este municipio colindante no se muestra dispuesto a retomar las obras. Una de las condiciones que han puesto es que tanto Cibeles como el Gobierno regional levanten en El Cañaveral dotaciones de las que ahora carece, como colegios o centros de salud.

La conexión desde la avenida Blas de Lezo no es la única que reclaman. La calle Cilantro, situada entre las dos arterias principales, también debía servir como punto de entrada y salida del barrio. Sin embargo, la carretera no llega a la rotonda que lo conectaría con la avenida del Esparragal, en Coslada. Se queda bloqueada a escasos 10 metros por unos bloques de hormigón. El motivo vuelve a ser el mismo, un alcalde que no está dispuesto a que los vecinos de otro municipio hagan uso de sus dotaciones.

A raíz de estos problemas, hace una semana, los alcaldes de Madrid y Coslada celebraron una reunión. Querían acercar posturas con Ángel Viveros Guitérrez para que retomase las obras. Ambos regidores coincidieron en la necesidad de "mejorar las condiciones de movilidad en El Cañaveral". Sin embargo, desde Coslada todavía no han anunciado si las máquinas volverán a trabajar sobre el terreno en un periodo breve de tiempo. 

Los vecinos de El Cañaveral también quisieron ponerse en contacto con este Ayuntamiento mediante una carta. Le pedían "empatía" para entender los problemas de circulación a los que deben hacer frente cada día y que, haciendo uso de este sentimiento, decidiese finalizar las obras de una vez por todas.

Un barrio diseñado para los coches

Ha pasado más de una década desde que las primeras máquinas entraron en El Cañaveral. Todavía no han parado. La plaza central sigue sin estar construida y faltan servicios esenciales. Sin embargo, para los vecinos el asunto más urgente es el de las conexiones, ya que sin ellas se sienten "encapsulados" y "aislados". Y es que tanto la avenida Miguel Delibes como Blas de Lezo, a su paso por El Cañaveral, están constituidas por cuatro carriles en cada sentido. Sin embargo, cuando llegan a los viales que deberían conectar el barrio con Coslada y la capital se reducen a dos, provocando un efecto embudo.

Será difícil que este problema se solucione por otra vía que no sea la finalización de las obras en los accesos a la M-45, debido a que es un barrio que fue concebido para que el coche fuese el medio de transporte principal entre los vecinos. "Como el resto de los nuevos desarrollos del sureste, que se diseñó siguiendo el estilo americano", explica Helio, presidente de la Asociación de Vecinos de El Cañaveral Avanza (Aveca). Al ser principalmente residencial, los vecinos deben ir a otros puntos de Madrid u otros municipios para poder encontrar comercios, escuelas infantiles, centros de salud o colegios. "Para prácticamente cualquier recado necesitamos coger el coche", indica.

Aunque no pueden acceder a Coslada para poder llegar a la M-40, sí pueden hacerlo desde la R-3. Sin embargo, esta vía también es un problema para algunos vecinos. El motivo es que deben pagar 0,50 euros cada vez que circulen con su coche por ella y no están dispuestos a abonar cada día esta cantidad. Por ello, piden a la Comunidad de Madrid que libere este precio para los residentes de El Cañaveral.

Conexión directa a la M-824

Está previsto que este nuevo barrio también cuente con acceso directo a la M-824 Vicálvaro-Coslada. Será desde la avenida Miguel Delibes. Entrará en juego una nueva administración, el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, debido a que la nueva carretera deberá cruzar la Estación de Mercancías de Vicálvaro

Ha sido este martes cuando el Ministerio de Transporte ha aprobado provisionalmente el proyecto de trazado para construir este acceso aviario. Está previsto que las obras cuenten con un presupuesto de 45,8 millones de euros y las expropiaciones de 7,4 millones de euros. Supondrá la creación de una nueva glorieta, "cruzar bajo el haz de vías de la actual estación ferroviaria de Clasificación de Vicálvaro y, finalmente, conectar al oeste de la misma con la carretera M-214 mediante otra glorieta, la cual dará también el nuevo acceso a la terminal de mercancías".

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