Cuando la pandemia ya ha quedado atrás y después de que las restricciones que comportó hicieran disminuir los niveles de contaminación, Barcelona sigue sin superar los valores de 2019, antes de la Covid. Sin embargo, un informe que ha publicado este martes la Agencia de Salud Pública de la capital catalana muestra aspectos a mejorar en la calidad del aire de la ciudad, según señalan los datos de sus estaciones de vigilancia. 

El estudio, realizado en 2022, refleja que repunta la contaminación respecto a 2021 y que, aunque casi la totalidad de los distritos tienen niveles de polución por debajo del límite legal que marca la Unión Europea (UE), de 40 µg/m3 en dióxido de nitrógeno (NO2), el Eixample es una excepción, con 42 µg/m3. El 55% de sus escuelas, además, superan el umbral máximo que establece Bruselas, porcentaje que disminuye al 9% en el conjunto de la ciudad. Por barrios, la Dreta de l'Eixample (46) encabeza el ranking, seguido de la Antiga Esquerra de l'Eixample (43) y Sant Antoni (42).

En cuanto al conjunto de la ciudad, las medias anuales de dióxido de nitrógeno están por debajo de los 40 µg/m³ por tercer año consecutivo y, a pesar del repunte respecto a la época de pandemia, la tendencia es decreciente en la última década. Desde el máximo de la serie histórica, en 2005, con más de 70 µg/m³, los niveles de este contaminante bajaron hasta situarse alrededor de 50 µg/m³ a partir de 2014 y por debajo del límite legal que marca la UE a partir de 2020.

Por calles, el informe muestra que en toda Barcelona, un 12% de los tramos (situados sobre todo en las vías de acceso a la ciudad y el centro) supera el límite legal de dióxido de nitrógeno –el doble que en 2021–. Un 1% sobrepasa el máximo en partículas PM10 y ninguno está por encima de los estándares de partículas PM2,5.

El estudio alerta, por otro lado, de que a pesar de que los niveles de contaminación de la capital catalana están por debajo del límite legal que marca la Unión Europea (UE), están significativamente por encima de los valores guía de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tanto en NO2, como en PM10 y PM2,5.

Mortalidad

Sobre el impacto de la polución en la salud de los barceloneses, los datos señalan que se estima que la exposición a largo plazo a los niveles de contaminación de 2022 provocaría 1.500 muertos, 900 casos nuevos de asma infantil y 130 casos nuevos de cáncer de pulmón cada año en la ciudad. 

Esta mortalidad atribuible es un 25% superior a la estimada para los niveles de contaminación de los años 2020 y 2021 y un 21% inferior a la estimada para los niveles de contaminación de los años 2018 y 2019.

El coste social de estas muertes anuales se estima en 1.041 millones de euros (el 1,2% del PIB de la ciudad y 635 euros per cápita). El coste sanitario de estos casos de enfermedad anuales se estima en 5,6 millones de euros. 

Necesarias "medidas urgentes"

El estudio concluye que "pese a la reducción de los niveles de NO2 durante los últimos años, la contaminación del aire continúa siendo un problema de salud pública de primera magnitud en Barcelona". Por ello, considera necesario "aplicar medidas urgentes para reducirla y proteger la salud de la ciudadanía".

Añade que "todas las estaciones de la capital catalana superan con creces el límite legal anual de NO2, PM10 y PM2,5 que propone la Comisión Europea para ser aplicado a partir de 2035".