Estados Unidos ha sido uno de los primeros países en condenar enérgicamente el ataque de Hamás a Israel y brindar su apoyo a los israelíes en el desarrollo de un conflicto que dio inicio este fin de semana y que deja ya más de 1.100 fallecidos entre israelíes y palestinos. De hecho, el apoyo estadounidense a Israel ya se ha materializado en el envío del portaaviones USS Gerald Ford al Mediterráneo oriental, tal y como anunció el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin.

Este portaaviones, bautizado en honor al 38º presidente estadounidense, fue botado en 2013 y entregado a la Armada a partir de 2017, es de propulsión nuclear y participó recientemente en unas maniobras de la OTAN cerca de Noruega, en el pasado mes de mayo.

Un portaaviones inmenso de última tecnología

Fabricado por la constructora marítima Northrop Grumman, este portaaviones fue el primero de la clase Ford, destinado a suceder al USS Enterprise como nuevo portaaviones nuclear en reemplazo de la clase Nimitz, operativa desde los años 70. Puede trasladar 100.000 toneladas, tiene más de 330 metros de eslora, un calado de 12 metros y medio y capacidad para una tripulación de más de 4.600 personas.

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Puede navegar a más de 56 kilómetros por hora y cuenta con sistemas de defensa aérea de última tecnología Evolved Sea Sparrow Missile, así como de misiles antiaéreos Rolling Airframe Missile y de defensa cercana Close-In Weapons System. Su enorme envergadura y estabilidad le permiten ser lanzadera de alta precisión para misiones aéreas, así como para dar soporte a las mismas. Además, está equipado con lo último en radares (multifunción de matriz de exploración electrónica activa) que le permite neutralizar un misil lanzado por el enemigo a menos de 2 kilómetros. Además, este barco va armado con una docena de lanzadores RIM-162 ESSM, RIM-116 RAM, Phalanx CIWS y Sea Sparrow Mk 57.

US Navy

Según informa la Naval Air Force Atlantic estadounidense, la nave cuenta con EMALS, un sistema electromagnético de propulsión de aeronaves que sustituye a las plataformas de lanzamiento o catapultas convencionales. Puede generar energía tres veces más potente que la electricidad gracias a su propulsión nuclear y es el portaaviones más grande del mundo, además de un activo militar y estratégico de gran valor para Estados Unidos. 

En palabras del comandante del Comando de Fuerzas de la Flota de EE. UU, Daryl Caudle, el USS Gerald Ford "se desplegará para demostrar su inigualable letalidad 'multidominio' y de espectro completo en el Atlántico. Una embarcación de guerra de más de 13.000 millones de dólares que, sin embargo, no ha estado exento de errores.

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En 2021 se registraron errores de funcionamiento

Y es que el USS Gerald Ford, a pesar de su papel como joya de la corona en lo que a modernidad armamentística se refiere para la flota estadounidense, ha tenido algunos problemas de funcionamiento. Sus complejos y sofisticados sistemas han generado más de un error desde que en 2017 comenzara a prestar servicio como parte de la flota. Sus elevadores de armas aún daban problemas en 2020, y en 2021 un informe de Defensa afirmó que el buque no estaba preparado para entrar en combate debido a problemas como el fallo del sistema EMALS.

Pese a sus problemas iniciales, Estados Unidos tiene en el Ford la referencia para la renovación de su flota naval: la clase de propulsión nuclear a la que pertenece tendrá continuidad en el USS John F. Kennedy (previsto para 2024), el Enterprise (2027) y el Doris Miller (2032), mientras que se estudian nuevos añadidos armamentísticos como armas láser al Ford.

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Estados Unidos lo envía para apoyar a Israel

El envío del portaaviones USS Gerald Ford, además de aeronaves y munición, forma parte de la respuesta de apoyo total de Estados Unidos a Israel ante el ataque de Hamás. Tanto el presidente Joe Biden como el secretario de defensa Lloyd Austin han garantizado este apoyo que Biden ha calificado como una "intensa ofensiva diplomática" ante lo que consideran un "ataque sin precedentes y devastador" de Hamás y que ha motivado una declaración de guerra, la primera de Israel desde la guerra de Yom Kipur en 1973.