Lo de tropezar dos veces con la misma piedra parece que le viene pintiparado a Pete Davidson, si bien cualquiera hubiese creído que iba a esperar más tiempo antes de hacerlo. Porque aunque está desde el pasado mes de julio cumpliendo año y medio de rehabilitación por conducción imprudente, este mismo fin de semana ha vuelto a tener un accidente de tráfico.

El humorista de 29 años era quien conducía el vehículo —un tipo SUV, un deportivo utilitario de grandes dimensiones— tras terminar la última función de su espectáculo en el conocido edificio The Wiltern de Los Ángeles y haber organizado dentro con varias amistades una fiesta posterior.

Sin embargo, tal y como un testigo ha dado a conocer al portal de noticias Page Six, cuando se marchó del lugar, alrededor de las 22.00h, un testigo lo vio golpear el lateral del coche contra una pared. Según esta misma fuente, muchos se giraron y se asustaron al oír el golpe, si bien no sabían que se trataba de Davidson hasta que este mismo se bajó a comprobarlo y comenzaron a gritar.

Pete Davidson ha utilizado la ketamina para tratar la depresión

Las fotografías y los vídeos posteriores muestran a Davidson en el asiento del conductor de la furgoneta negra con otro hombre en el asiento del pasajero y otras tres personas en los asientos traseros, si bien ninguna de esas personas es su nueva pareja, Madelyn Cline, quien sí asistió al especial de comedia de Davidson la semana pasada en Las Vegas.

Las imágenes no dejan lugar a dudas de que Davidson, quien estaba fumando un cigarrillo en el interior, había chocado de costado, pues el SUV tenía varias marcas de raspaduras que cubrían desde la puerta hasta el comienzo de la rueda trasera.

Aunque había otras celebrities en la fiesta como Machine Gun Kelly o Ruby Rose, ninguna de ellas se quedó hasta entonces y se habían marchado con anterioridad. Por ahora se sigue desconociendo quiénes eran los acompañantes del cómico en el vehículo.

No hay que olvidar que Davidson, quien perdió a su padre, Scott, bombero, cuando solo tenía 11 años debido a los atentados del 11-S, entraba motu proprio en rehabilitación a comienzos de verano para tratar sus problemas con la salud mental. Ello coincidía con la pena que le habían impuesto por estrellar su coche contra una casa en marzo.

Se trataba de un programa de rehabilitación de 18 meses, amén de 50 horas de servicios a la comunidad, 12 horas en una autoescuela y recibir una clase de educación especial o en un hospital o en un depósito de cadáveres para concienciarse. Si lo hacía, no cargaría con ningún delito en su registro. Sin embargo, por ahora, su representante ha preferido no hacer declaraciones de este nuevo suceso.