El Beti Jai, situado en el distrito madrileño de Chamberí, reabrirá al público de forma permanente tras haber estado cerrado casi 30 años, salvando alguna excepción de visita privada. Así lo ha anunciado la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera De la Cruz, durante una de sus intervenciones en la comisión permanente que se ha celebrado este martes, 19 de septiembre. Además, ha indicado que no hay prevista ninguna intervención para su privatización.

Fue en 1918, cuando se decidió cerrar al público este espacio. No obstante, el año que viene, coincidiendo con su 130 aniversario, el Beti Jai volverá a ser un espacio "completamente abierto al público general", según ha indicado la delegada de Cultura, Turismo y Deporte. Y es que, hasta ahora, este lugar solo admitía algunas visitas privadas, para grupos pequeños. De hecho, solo 23.793 han podido acceder al Beti Jai desde 2020, un año después de que se llevase a cabo su restauración.

El objetivo de esta reapertura es que la ciudadanía "entienda lo que ha habido" en este monumento, que permanecía cerrado hasta ahora. Por ello, este área municipal está trabajando en un plan para que este espacio pueda volver a recibir visitas de cualquier persona, sin tener que ser una visita por algún motivo especial o de carácter privado.

Remodelación del Beti Jai en 2019

Fue en 2019 cuando el Beti Jai, que se encuentra en la calle Marqués de Riscal, reabría sus puertas para mostrar el resultado de las obras de restauración que el Ayuntamiento de Madrid había llevado a cabo. Los trabajos que se realizaron en este monumento, declarado en 2011 como Bien de Interés Cultural (BIC), trataron de mantenerlo lo más fiel posible al original.

Estuvo funcionando como frontón hasta 1918. A partir de entonces comenzó a albergar diferentes usos como un taller de coches, una comisaría de policía, una cárcel o un taller de objetos de escayola y cartón piedra.

Tanto tiempo después, los madrileños podrán volver a disfrutar de este espacio sin necesidad de tener que participar en alguna actividad concreta. Este fue uno de los objetivos con los que se llevaron a cabo los trabajo de rehabilitación en 2019: que pudiese volver a ser puesto en funcionamiento al servicio de la ciudad, siempre y cuando se protegiesen las características arquitectónicas del frontón.