Llegan los primeros españoles de Marruecos: ha sido horrible, hay que estar allí para vivirlo

Llegada del primer vuelo procedente de Marrakech tras el terremoto con cientos de cántabros.
Llegada del primer vuelo procedente de Marrakech tras el terremoto con cientos de cántabros.
EFE
Llegada del primer vuelo procedente de Marrakech tras el terremoto con cientos de cántabros.

El aeropuerto Seve Ballesteros-Santander ha vivido este domingo una noche emotiva con el reencuentro de los primeros cántabros que regresaban de Marruecos tras el terremoto, dos días que han asegurado "han sido horribles, hay que estar allí para vivirlo, para vivir el horror".

Abrazos, lágrimas y pancartas han llenado la zona de llegadas del aeropuerto cántabro desde las 22.30 horas para recibir a los pasajeros del vuelo de la compañía Ryanair procedente de Marruecos, un vuelo que no ha sido cancelado como otros en Marruecos pero que ha salido con una hora de retraso.

"Lo que vimos fue pánico, gente corriendo por todas partes y un par de edificios que colapsaron y luego siguió el pánico, todo el mundo en las plazas no sabían muy bien qué hacer y esa noche fue tremenda, terrible", ha explicado el coordinador de la candidatura del geoparque Costa Quebrada, Gustavo Gutiérrez, quien se encontraba en Marrakech en la conferencia mundial de geoparques de la Unesco.

Gutiérrez ha asegurado a los medios de comunicación que los expertos en terremotos de Japón, Chile y México que se encontraban en la conferencia, que reunía a más de 1.500 de todo el mundo, no se esperaban un terremoto de esta magnitud allí, "ha sorprendido bastante a todo el mundo".

Teresa Morquillas, Maricruz Jimenez y Ana Conde son otras de las cántabras que se han abrazado y llorado abrazadas a sus hijas y maridos ya aliviadas de poder "estar en casa y vivas".

"La pena es la gente que se ha quedado allí, los tienen como animales abandonados y tirados debajo de unos toldos sin comida y sin bebida. Hoy ya hemos visto un poco de ayuda humanitaria, luego ves todo por allí caído...es que hay que estar allí, hay que vivir el horror, es horrible", han señalado.

La mayoría de los pasajeros que han llegado este domingo a Cantabria han tenido que pasar una o dos noches en la calle, como una pareja de cántabros que el momento del terremoto les pilló en la cama del hotel durmiendo y tuvieron casi que "salir en pelotas".

Otros cántabros, el seísmo lo vivieron en plena plaza Jemaa el-Fna, sentados mientras uno de ellos se hacía un tatuaje de henna.

"El edificio que estaba a 10 metros nuestro se derrumbó y salimos corriendo hacia el centro de la plaza y allí nos quedamos hasta saber qué podríamos hacer", han explicado.

Y han asegurado que era "imposible" dormir en el riad en el que se hospedaban porque la pared que estaba contigua al hotel estaba abombada entera y si no era hoy, mañana se caía.

"Estamos cansados, doloridos de dormir en el suelo y teníamos muchas ganas de venir. Hemos visto destrucción, sangre, la vuelta de la plaza al riad ha sido como una película de zombies, de apocalipsis", han añadido.

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