Una investigación del periódico The New York Times ha revelado que el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, instaló hace años un reloj en la calle, frente a la conocida Torre Trump ubicada en la Quinta Avenida de Nueva York, que nunca registró y por el que nunca llegó tampoco a pedir permiso para instalarlo. 

De hecho, según el diario, las autoridades locales no se dieron cuenta de estos hechos hasta 2015, fecha en la que le pidieron a la Organización Trump que pagara lo que debía por este artículo de mobiliario público. 

El periódico afirma además que su instalación fue hace ya más de 12 años y que el precio por colocar un "objeto independiente" como parte de la acera normalmente cuesta tan solo 300 dólares al año. "Hay 12.000 millas de aceras en toda la ciudad de Nueva York", ha asegurado al periódico un portavoz del Departamento de Transporte, que señala que esta se trata de una unidad muy pequeña de la localidad. "Las estructuras aparecen sin nuestro conocimiento", detalla. 

Tras descubrirlo, el ayuntamiento le ordenó que lo retirase, pero los ingenieros de la empresa del expresidente solicitaron un permiso e iniciaron así un proceso que nunca llegó en realidad a resolverse. 

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Según el diario, las autoridades abandonaron este proceso por "motivos de seguridad" justo cuando Trump se hizo con la presidencia del país en 2016, quedando así aplazada cualquier decisión sobre ese "reloj ilegal". 

Ahora, este mes de julio las autoridades han vuelto a pedirle a la Organización Trump que regule la situación, que tiene hasta julio de 2024 para llevarlo a cabo.