Rafa Castaño entró en la historia de Pasapalabra y de los concursos de televisión en España al llevarse en marzo de este año el bote del concurso con 2.272.000 euros.
Pero antes de esa participación en el espacio de Antena 3, el sevillano ya había acudido a otros programas de televisión como Adivina quién es quién en Canal Sur con apenas 18 años y donde ganó 1.500 euros.
Su primera participación en Pasapalabra fue en 2011, pero su paso por el concurso fue breve y cayó eliminado a las pocas entregas, por lo que decidió probar suerte en otro concurso.
Ese fue Saber y ganar, en La 2, en 2015, donde llegó a las 100 entregas en dos fases. La primera vez cayó eliminado en el programa 71, luego hicieron el especial de los magníficos de ese año, lo ganó, y participó otros 29 programas más hasta completar el centenar.
En total ganó 65.000 euros e invirtió parte del dinero en hacerse socio de la librería Caótica, en Sevilla, comprando una parte (también lo gastó en algún capricho e independizarse).
Abonado a los 65.000 euros
Esa cifra siempre ha estado relacionada el premio final que se ha llevado en los concursos que ha participado, como en la siguiente vez que concursó en Pasapalabra o cuando lo hizo en El Tirón, el formato que sustituyó al concurso en Telecinco, en todos ellos consiguió llevarse a casa 65.000 euros.
Pero este año superó esa cifra con creces gracias a los 2.272.000 euros que ganó venciendo a Orestes Barbero en el programa de Roberto Leal, y Rafa decidió destinar parte del premio a tapar algunos agujeros económicos de su negocio.
Lugar de peregrinación
Desde que el sevillano se llevó el premio, la librería Caótica se ha convertido en un centro de peregrinación de los fans del concurso, que han revitalizado no solo ese negocio, sino muchos de la zona donde está ubicada en Sevilla, como el bar ubicado enfrente.
Maite Aragón, propietaria de Caótica, comentó que "Rafa entró como socio consumidor, nos sorprendió tener uno tan joven y que tuviera una de las cuotas más altas del negocio. Eso significaba que era, y es, un lector voraz. Por eso nos llamó mucho la atención".
La librera señala que "un día, hablando con los compañeros del local, comentó que quería montar su propia librería, pero decidimos que se merecía una oportunidad como librero en esta casa".
"Es que era un habitual de la cafetería que teníamos en Caótica y se pasaba horas y horas sentado en un sillón rojo que estaba especialmente apartado para estar tranquilo, leyendo muy concentrado", añadió Aragón.
La librera aprovechó el tirón de la victoria de su socio en Pasapalabra para colgar un gran cartel en el escaparte del local con la foto de Rafa y un texto: "Enhorabuena, compañero", que también compartió la cuenta de la librería en redes sociales.
En el negocio también han colocado un apartado con 'Las recomendaciones de Rafa', invitando a comprar algunas obras literarias de las que solía leer el sevillano.
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