La odisea de buscar piso de estudiantes en Madrid: "Es como una película de terror. Hay quien pide un adelanto de 5 mensualidades"

Escaparate de una inmobiliaria en Madrid
Escaparate de una inmobiliaria en Madrid
Europa Press
Escaparate de una inmobiliaria en Madrid

Una "película de terror". Así es como Juan define la búsqueda de pisos de estudiantes en Madrid. Es sevillano, pero a partir de septiembre empezará a vivir en la capital para estudiar un máster. Lleva buscando una habitación en la que poder quedarse desde el 11 de mayo, pero la baja oferta, la alta demanda y las malas condiciones de los cuartos que ha visitado han provocado que haya tardado casi tres meses en encontrar un sitio en el que hospedarse durante el próximo curso.

Encontrar un piso es cada vez más complicado, sobre todo en ciudades como Madrid, ya que es uno de los municipios con más demanda en lo que respecta a este tipo de alojamientos. Una de las consecuencias de este incremento de estudiantes buscando habitación es el crecimiento que están sufriendo los precios. De hecho, un informe de Fotocasa muestra que el alquiler se ha incrementado un 3,9% en la capital durante el segundo trimestre del año. De hecho, el precio medio está situado en 510 euros.

Una habitación en el distrito Centro, por ejemplo, puede estar situada entre 200 y 1.000 euros al mes, según los anuncios publicados en el portal de Idealista. Es un precio que desciende en otros distritos como Puente de Vallecas, donde los cuartos pueden ir desde 160 euros al mes hasta 725.

Habitaciones infrahumanas

Moho en las paredes, sin ventanas, sin puerta, bajo el suelo, tan bajitas que hay que andar a gatas... Son muchas las características que han llamado la atención de los estudiantes que buscan piso. Aunque no para bien. "La dificultad de encontrar habitación ha sido, principalmente, por la calidad de lo que ofrecían en los anuncios", explica Juan. 

Una opinión que comparte Sofía, otra joven que también ha estado buscando un sitio que vivir en Madrid durante los últimos dos meses. Ella es de Cantabria, pero residirá en la capital durante el próximo curso como consecuencia de las prácticas universitarias que le toca hacer este año. "Una chica me ofreció una habitación por 500 euros, pero la condición para que me aceptaran es que hiciese de niñera de su hija todas las tardes y los sábados por la mañana", cuenta. 

Otra de las habitaciones que ha visitado era una buhardilla. En las fotos que vio en el anuncio parecía "muy amplia". Sin embargo, esa opinión tardó poco tiempo en cambiar. "Yo soy bastante bajita y cuando me la enseñaron vi que no podía estar ni de pie", expone. Al hablar este tema con la propietaria del piso, la respuesta fue que la arrendataria "estuvo viviendo en ese cuarto unos meses" y que, durante ese tiempo, "iba a gatas por la habitación". Es algo por lo que Sofía no está dispuesta a pasar. 

Finalmente, va a quedarse en una habitación cerca del centro de Madrid por la que tendrá que pagar 350 euros al mes. Es un precio que también incluye gastos como el agua o la comunidad. "Es un chollo en comparación con todo lo que he visto", explica. "La mayoría no bajaban de 500 euros", añade. 

Condiciones para el alquiler

Una de las mayores complicaciones con las que se ha topado Juan mientras buscaba piso han sido las condiciones de las habitaciones. No solo en lo referente a cómo eran, sino a las exigencias que los propietarios ponían para poder entrar a vivir. "Creo que solo falta que te pidan el grupo sanguíneo", dice bromeando.

"En muchos anuncios, con todo el descaro, ya te avisan de que van a pedir el mes para las inmobiliarias y agencias", explica. Esta tasa es algo que la nueva Ley de Vivienda eliminó de los contratos y que, por tanto, ya no se puede exigir al inquilino. "Cuando veía eso, cerraba directamente", añade.

Otra de sus sorpresas fue cuando vio que para entrar a vivir en algunas habitaciones pedían adelantos de varias mensualidades. "En una, me llegaron a pedir hasta cinco meses", comenta. "Hombre, con la fianza y el mes en curso, ¿qué más quieren?", expresa con un tono resignado. "Es verdad que yo, por suerte, tengo un buen presupuesto y puedo permitirme precios más elevados. Pero una cosa es eso y otra soltarlo todo de golpe", añade. 

También hay casos en los que los arrendadores exigen aval o presentar una nómina.

Finalmente, Juan vivirá durante los dos próximos meses en una habitación situada en el barrio de Acacias y pagará 350 euros más 50 por gastos fijos. No obstante, es temporal. En noviembre, va a mudarse a otra en Atocha. Se adapta mejor a lo que él estaba buscando. El cambio también se nota en el precio, pues pasará a desembolsar 390 euros más 50 por gastos fijos. "La diferencia de dinero es porque en la habitación hay balcón", explica con cierto asombro. 

Doce distritos por encima de 15 euros/m2

Aunque el incremento de los precios de alquiler en la capital de media es de un 3,9% en el segundo trimestre del año, según Fotocasa, hay distritos en los que la subida ha sido mayor. Es lo que ocurre en Puente de Vallecas (9,3%), Latina (14,57%) y Chamberí (8,3%). Son las circunscripciones que han registrado un mayor aumento. 

No obstante, son menos de la mitad los distritos cuyo metro cuadrado en alquiler se sitúa por debajo de los 15 euros al mes. Hay tres que destacan respecto al resto: Salamanca (21,96 euros/m2), Chamberí (21,51 euros/m2) y Centro (21,03 euros/m2).

Estas subidas del mercado inmobiliario tienen evidentes repercusiones en el sector de los pisos estudiantes, que cada año ve incrementarse también alquiler que piden los arrendadores. Cada vez es más complicado que estos jóvenes encuentren un lugar asequible y en condiciones normales para vivir durante el curso.

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