Entrevista

Belén Rueda: "La igualdad llegará cuando se deje de hablar de determinadas cosas, y todavía seguimos hablando"

Fuera de contexto: Belén Rueda.
Belén Rueda en 'Fuera de contexto'.
JOSÉ GONZÁLEZ
Fuera de contexto: Belén Rueda.
Fuera de contexto: Belén Rueda.
JOSÉ GONZÁLEZ

Pillar a Belén Rueda nerviosa no es fácil, aunque ella diga que sigue teniendo esos nervios que te invaden cuando estás a las puertas de sumergirte en un nuevo proyecto. "Yo me pongo nerviosa hasta cuando me llega el texto", asegura.

La entrevisto en los almacenes Cornejo, donde le toman medidas para su vestuario en Salomé, la obra de teatro que va a representar en el Festival de Teatro Clásico de Mérida en solo unas semanas. "Si Salomé viviese en nuestro tiempo sería salvaje, pero hay que profundizar, eso no quiere decir que lo que pida o lo que haga no tenga un fin. Utiliza lo que actualmente consideramos negativo, la seducción, que parece que siempre está relacionada con el sexo, para saber estar en el sitio y tratar a cada uno para conseguir lo que quieres", dice rotunda.

Un texto clásico, que transcurre en el siglo I A.C., y hoy es más actual que nunca, como suele pasar con los conflictos universales, que por mucho que los analicemos, seguimos cometiendo los mismos errores a lo largo de la historia. Y así, llegamos charlando a uno de los que más líneas ocupa estos días, la igualdad entre hombres y mujeres: "No vamos a ser negativos del todo, hemos avanzado, tengo hijas y hay cosas que ellas ya han normalizado. La igualdad llegará cuando se deje de hablar de determinadas cosas, y todavía seguimos hablando".

Su carrera comenzó por otros derroteros, cuando era azafata en uno de los programas de José Luis Moreno. De ahí pasó a ser copresentadora con Emilio Aragón y, tras presentar varios formatos en la tele, saltó al cine.

Hoy día es una de las actrices más importantes del panorama español, un proceso que no le resultó fácil. "Me costó bastante salir de esos roles, sigue pasando y también a nivel económico, si yo llevo la misma gente al cine que tú, por qué tengo que cobrar menos?", se pregunta.

Estas son batallas que ha peleado siempre a lo largo de su carrera, aunque nunca gritando, ella prefiere los hechos a las palabras: "Por dentro yo hago mi trabajo y es un trabajo que haces para que las nuevas generaciones que vienen también se encuentren en un lugar equis, y lo haces no hablando, pero demostrando que con 58 años sigo trabajando, que soy mujer y he podido educar a mis hijas y crear una familia con muchísimo esfuerzo".

Una época, la suya, en la que la conciliación era un sueño todavía más difuso si cabe. "Lo de la conciliación lo sigo viendo ahora, si un hombre te dice me voy a trabajar a México no hay problema, si te lo dice una mujer, al momento piensa 'qué voy a hacer con los niños'. Eso no se lo he oído nunca a un hombre", detalla.

"Era muy reacia a las redes, no he tenido Instagram hasta hace muy poco"

Hoy, con 58 años y un físico envidiable, sigue trabajando, a pesar de ser consciente del peso añadido que supone la edad para las mujeres: "La edad nos pasa más factura a las mujeres, ¿los galanes hasta qué edad pueden ser protagonistas? Y las mujeres no, es más, si se hace al contrario y la protagonista es una mujer, siempre hay críticas contra esto".

Está orgullosa de su vida, pero, sobre todo, de sus hijas. La mayor, Belén, es asidua en las redes sociales y actriz como ella. "Esta profesión es inestable, pero si profundizas, un funcionario tampoco la tiene… La estabilidad son los padres", dice, ente risas.

Comparten profesión, pero no amor por las redes: "Era muy reacia, no he tenido Instagram hasta hace muy poco, la gente se permite criticar sin sentido, una cosa es que algo no te guste, pero si algo es hiriente y pretende ser hiriente, la persona que lo emite debería hacérselo mirar".

Habla libre como el personaje que interpretará en solo unos días en Mérida, porque, como dijo la propia Salomé, "donde mi palabra pueda ser libre estará mi patria".

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