Formalmente, los impuestos municipales no van a subir en 2010, según aprobó ayer la junta de gobierno local del Ayuntamiento de Málaga.

Sin embargo, la oposición critica que si el coste de la vida (IPC) sigue bajando, el bolsillo de los malagueños acabará pagando más impuestos, «hasta en un 4% más desde 2009, cuando se subieron por encima del IPC de final de año», argumenta el portavoz socialista, Rafael Fuentes.

En la congelación acordada ayer no se incluye el billete del autobús (no es impuesto ni tasa), cuyo futuro precio no fijó ayer el Consistorio. Fuentes recuerda que en 2009 subió un 7% porque ésa era la proporción en la que se encarecieron los carburantes «y este año han bajado un 23%».

Por su parte, el portavoz de IU, Pedro Moreno, insistió en que un acuerdo del pleno municipal fijó que las subidas tributarias deberán ser las del IPC. «En IU apostamos en que sea el IPC de final de año, no como el elegido el año pasado», subrayó Moreno.

Fuentes recalcó que el alcalde, Francisco de la Torre (PP), debe cumplir «su promesa» de compensar la subida del año pasado, consensuar los impuestos con los vecinos y los grupos políticos y bonificar más a quien está en peor situación.

El regidor argumenta que la hacienda local y la calidad de los servicios a los ciudadanos estaría en peligro si se bajan los impuestos. Según Moreno, «De la Torre tiene que recortar gastos prescindibles, como los altos cargos municipales o el museo Thyssen, para no pedir después a los malagueños más impuestos con los que pagarlos».

El IBI no sube por segundo año