Lejos de calmarse las aguas en los búnkers del Carmel de Barcelona después de que el Ayuntamiento los vallara en primavera para detener las fiestas nocturnas y la degradación de restos arqueológicos, los conflictos se agravan. Primero, grupos de personas, en su mayoría turistas, se empezaron a saltar el cercado cuando este está cerrado, a partir de las 19.30 horas, y ahora vecinos que les llaman la atención aseguran que son habitualmente víctimas de agresiones. Así lo denuncia el Consell Veïnal del Turó de la Rovira, que a la siete de la tarde de este lunes ha convocado una concentración de rechazo a estos hechos en los jardines de Juan Ponce.

La protesta, que ha reunido a una cincuentena de participantes, se ha producido a raíz de que el pasado miércoles, según la entidad, un grupo de personas apalizó a un vecino de 76 años, Joan, que les recriminó que se colaran. También le robaron el móvil, con el que les había grabado.

En la concentración, Joan ha explicado su caso a través de un megáfono y se han podido ver pancartas con lemas como "Todos somos Joan", "Somos un barrio, no un botellódromo" o "Los vecinos estamos hartos".

El Consell Veïnal del Turó de la Rovira explica en un comunicado que los integrantes del grupo autor de la paliza llegaron "cargados de alcohol" y eran "una panda de impresentables que iban a emborracharse". "No es la primera vez que agreden a Joan, quien tiene -repetimos- 76 años. Tampoco es la primera vez que se producen agresiones a vecinos y vecinas que, probablemente, por ser más jóvenes que él o por tener más suerte, no salen tan perjudicados", asegura la entidad.

Fuentes policiales han confirmado el suceso, que fue alrededor de las 22.30 horas, y han contado que la víctima presentó una denuncia por robo violento, que el Consell Veïnal del Turó de la Rovira ha publicado en Twitter. Esta narra que cuando Joan llamó la atención al grupo, "de seis o siete personas", le contestaron: "Qué te pasa a ti, español. Nosotros somos dominicanos". Luego, uno de ellos le tiró al suelo de "una patada en el pecho", tras lo que una chica le robó el móvil cuando estaba a punto de entrar en su casa. Entonces Joan cogió "un cadenado de motocicleta" con el que golpeó a la joven en la espalda. Acto seguido, el grupo se fue "corriendo".

En el comunicado, la entidad vecinal critica que el dispositivo policial que ha desplegado el Ayuntamiento "ni sanciona ni actúa". "No aguantamos más. Ni un día más, ni una amenaza más, ni una vejación más ni una paliza más. Cuando tocan a un vecino, tocan a todo el barrio", añade.

A principios de mayo, después de que grupos de personas se empezaran a saltar las vallas, el consistorio desplegó a agentes cívicos en los búnkers de las 17 a las 21 horas, que informan de "que no se puede entrar" a partir de las 19.30 horas.

La entonces concejala del distrito de Horta-Guinardó, Rosa Alarcón, aseguró que el cierre de la zona por la noche "ha producido un efecto disuasorio" y prueba de ello, dijo, es que los operarios de limpieza han pasado de "recoger 30 bolsas de basura al día, a recoger solo una".

Fuentes municipales han señalado este lunes que la agresión a Joan "es un hecho puntual que el Ayuntamiento condena contundentemente, pero no es un hecho habitual en la zona".

Han añadido que "la Guardia Urbana de Barcelona mantendrá su presencia en el área como hasta ahora, que ya fue reforzada especialmente durante las noches y los fines de semana". También han contado que "desde el distrito se ha intentado hablar con el vecino y se está a su disposición para ayudarlo en todo aquello que se pueda".