Helena Resano Periodista
OPINIÓN

"Qué locura, 'bro'"

Según FAD Juventud crece también el sentir antifeminista.
Un grupo de jóvenes pasea por la calle.
EP
Según FAD Juventud crece también el sentir antifeminista.

"Mazo", "chill", "qué locura", y "bro", mucho bro, todo terminado en bro… Así es como hablan nuestros hijos. Y yo acabo de descubrirlo. Todos sabemos, porque también lo hicimos nosotros, que, durante la adolescencia, en casa somos de una manera y cuando nos juntamos con nuestros amigos hablamos y somos de otra forma. Nos mimetizamos con nuestros iguales, porque, además, en esa etapa de nuestras vidas lo necesitamos para autorreafirmarnos, sentirnos que pertenecemos a un grupo... Buscamos nuestra propia identidad copiando modos y lenguajes de los demás, y lo que ahora mismo hablan mayoritariamente los demás es eso. Aunque nosotros no nos enteremos, o yo al menos no me haya enterado hasta ahora.

Hace unos días mi hija mayor, que ya no es adolescente, me ponía una serie de reportajes que unos chavales de su edad han grabado durante un viaje que han hecho en 80 días alrededor del mundo. Cuatro amigos que, no me digan con qué dinero ni con qué financiación, se han embarcado en esa aventura con poca preparación y sin ninguna ambición excepto la de narrar lo que les pasaba, con una cámara profesional y sus móviles.

Su inglés básico les ha generado más de un problema y su falta de conocimiento de muchas cosas, también. Me interesaba ver qué tipo de contenidos les tienen enganchados, qué ven, quiénes son sus prescriptores, a quiénes siguen…y se me cayó un poquito el alma a los pies. Porque esos cuatro chavales que sin ninguna preparación acumulan millones de visitas apenas pasaban de armar una frase con «Qué locura, bro, esto es muy heavy, bro, ¡qué locura!» y poco más. Con eso contaban exactamente igual el impacto que les suponía ver animales en su hábitat natural durante un safari en Sudáfrica que estar en un aeropuerto retenidos en un control aleatorio de drogas. Todo era «¡Una locura, bro!».

Pero esto es lo que hay. Esto es lo que ven nuestros hijos y con eso arman su propio contexto, su propio lenguaje y el de sus amigos e iguales. Y no es malo, ojo, no estoy diciendo eso, pero me resulta sorprendente que se mimeticen de esa forma con una manera de expresarse que nada tiene que ver con la nuestra.

Las letras de las canciones, la falta de interés por leer, el tiempo infinito que gastan frente a las pantallas y la gente a la que siguen en redes están detrás de todo esto. Y sin ser malo, sí que me resulta un poco triste verlos expresarse así. Cuando lleguen a una entrevista de trabajo, cuando tengan que hacer un examen en el que las respuestas no sean tipo test sino desarrollar una idea, ¿qué harán? ¿llenar la respuesta con palabras como chill y bro y alguna onomatopeya más? Solo espero que la moda sea pasajera, que busquen ampliar todo eso que les interesa con frases más largas, con argumentos propios y con menos locuras.

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