Después de su dimisión como diputado, el ex primer ministro de Reino Unido Boris Johnson ha vuelto a una de sus antiguas profesiones, la de periodista, y este sábado se ha estrenado como columnista en el Daily Mail.
En su primera columna, el político conservador habla de su experiencia con un medicamento para perder peso que probó, y en el relato confiesa uno de sus vicios: acudir a la nevera por la noche a comer uno de los alimentos más típicos de España.
En concreto, Boris Johnson explica que probó el medicamento Ozempic, con resultados casi inmediatos: "No más asaltar el refrigerador a las 23:30 a por el queso cheddar y el chorizo regados con media botella de vino", dijo.
El ex premier confesó que logró decir "adiós a la lujuria invencible de media mañana por un sándwich de bacon. Ya no te sitúas frente a los niños esperando que aparten sus tazones de pasta y luego comerte sin piedad lo que les quede".
Por desgracia, dijo que tras perder más de 2 kilos a la semana, el medicamento empezó a sentarle mal, probablemente por sus constantes viajes y cambios de zona horaria.
No obstante, Boris Johnson concluye su artículo expresando su deseo que este tipo de terapias, que consisten básicamente en el uso de la llamada hormona de a la saciedad, la semaglutida, se conviertan en algo extendido para luchar contra lo que llama "crisis de obesidad" del Reino Unido. Mientras, él confiesa que se ha pasado "al ejercicio y la fuerza de voluntad".
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