Uno de los colegios más antiguos de Madrid cierra para siempre por motivos de seguridad

El Colegio Purísima Concepción cerrará sus puertas definitivamente para sus alumnos el 22 de junio y para los profesores el 31 de julio
El Colegio Purísima Concepción cerrará sus puertas definitivamente para sus alumnos el 22 de junio y para los profesores el 31 de julio
Colegio Purísima Concepción
El Colegio Purísima Concepción cerrará sus puertas definitivamente para sus alumnos el 22 de junio y para los profesores el 31 de julio
Portada del Colegio Purísima Concepción.
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Queda una semana para el cierre de uno de los colegios más antiguos de Madrid. Se trata del centro concertado Purísima Concepción, en la calle de la Puebla 20, perteneciente a la Hermandad del Refugio. Los motivos radican en que "las instalaciones no están preparadas para ofrecer una educación a la altura del siglo XXI" y que "no cumple con la actual normativa de seguridad", según explica Raúl Mayoral, gerente de la congregación.

Este colegio fue construido en el año 1651 con un motivo solidario: dar ayuda a las niñas huérfanas que había en la ciudad. Después de más de 370 funcionando, la escuela cerrará sus puertas para siempre debido a que las condiciones en las que se levantó en aquel momento no son las mismas que exige la legislación actualmente.

Los alumnos acudirán por última vez a clase el próximo 22 de junio y los profesores tendrán que abandonar el centro el 31 de julio. Sin embargo, Ignacio Lacasta, profesor del colegio, asegura que "nadie" les ha "notificado oficialmente" que van a ser despedidos. "Nos hemos enterado de todo gracias a las familias", continúa. "Lo único que sabemos es que, en junio del año pasado, vino un abogado se presentó para informarnos de que en el momento oportuno comenzaría la negociación de nuestros despidos", añade.

No obstante, el cierre de esta institución no implica el "abandono" de los estudiantes, según indican desde la Hermandad. Han ofrecido dos escuelas alternativas para que los 250 alumnos puedan seguir yendo a clase en el barrio de Malasaña. "Hemos intentado cumplir con la petición de los padres de que los alumnos fuesen en bloque y estuviesen cerca del Purísima Concepción", expone Mayoral. 

Por tanto, 186 menores empezarán el próximo curso en el colegio Santa Isabel y 5 al Mercedarias de la Caridad. "La Hermandad ha firmado un convenio con estos centros", comenta Lacasta, ya que "están obligados a ofrecerles— a los estudiantes de Primaria y Secundaria— una continuidad en su educación". El resto de familias "lo han rechazado porque prefieren ir a uno cerca de sus casas", manifiesta Mayoral. 

Además, la Hermandad seguirá "sufragando" parte de los gastos escolares de los alumnos que acudan a los centros que ofrecieron como alternativa. Asumirán "el coste del nuevo uniforme y parte del material escolar".

Seguridad, antigüedad y planes de futuro

El gerente de la Hermandad asegura que el cierre del edificio se debe a dos motivos. "No cumple con las condiciones que debería tener un colegio del siglo XXI". Carece de patio e instalaciones deportivas. De hecho, han convertido "la azotea del edificio en el recreo escolar", según Lacasta. A esto se suma que "los laboratorios y la biblioteca no cuenta con las condiciones mínimas de cualquier centro escolar". 

Además, "no cumple con la normativa vigente porque fue construido en una época en la que no existían ese tipo de exigencias", comenta Mayoral. Y es que, por ejemplo, tiene una escalera de madera que "no es segura por su antigüedad" y que en caso de incendio podría suponer un "problema grave". 

Desde la Hermandad han estudiado la posibilidad de realizar una reforma del edificio. No obstante, al tratarse de una manzana protegida, "es muy difícil que nos den todos los permisos y las licencias que necesitaríamos". Además, aseguran que las obras implicarían una inversión para la que no tienen "capacidad". Por todo ello, han descartado la posibilidad de llevar a cabo una intervención de este tipo.

No obstante, el edificio podría no quedarse vacío. Mayoral explica que están barajando la posibilidad de que ese espacio sirva para "ampliar el comedor social de la Hermandad". Quieren así doblar el número de comensales que puedan acudir. "Todos los días vienen 250 personas a comer aquí, pero solo 60 de ellos pueden sentarse en las instalaciones. El resto reciben una bolsa con alimentos fríos", expone. Los planes, "todavía en un futuro lejano", pasarían por utilizar el comedor y la cocina de la escuela para este fin, "ya que, aunque necesitarían una reforma, no sería de la misma magnitud que el colegio entero". 

Más de 370 años de historia

En 1651, la situación en la que malvivían muchas huérfanas de Madrid llevó a que esta hermandad religiosa decidiese abrir las puertas de este centro. En aquel momento, se puso en marcha como un internado para las jóvenes que no encontraban un hogar. Querían así ofrecerles la posibilidad de acceder a un futuro más esperanzador.

Ha ido cambiando poco a poco con el paso del tiempo, aunque mantiene el mismo espíritu: ayudar a los más vulnerables. A día de hoy, hay un alto porcentaje de alumnos cuyas familias están en riesgo de exclusión.

Sin embargo, este colegio, que solo ha cerrado sus puertas en dos ocasiones— durante la Guerra Civil y la invasión francesa—, tendrá que echar el candado para siempre el próximo 31 de julio. 

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