El TSJC confirma 11 años de prisión para el 'rider' que agredió sexualmente y violó a cuatro mujeres en Barcelona

  • El hombre también tendrá que pagar 2.400 euros de multa y 70.000 euros de indemnización a las víctimas.
El acusado, en el juicio.
El acusado, en el juicio.
ACN
El acusado, en el juicio.

El TSJC ha confirmado la práctica totalidad de la condena impuesta por la Audiencia de Barcelona al 'rider' de Deliveroo que agredió sexualmente a tres mujeres y violó a una cuarta en Barcelona entre finales de 2020 y principios de 2021, aprovechando que iba vestido como repartidor de comida a domicilio y que había toque de queda nocturno por la pandemia. 

Finalmente, la pena será de 11 años de prisión y además, estará diez años en libertad vigilada después de salir de prisión. Tampoco podrá aproximarse ni comunicarse con las víctimas en un periodo de entre seis y quince años. Además, tendrá que pagar 2.400 euros de multa y 70.000 euros de indemnización a las víctimas.

La pena ha consolidado el precedente de la prueba pericial del analista de conducta criminal de los Mossos d'Esquadra que avala que su informe criminológico permitió avanzar en la investigación policial, en el sentido que una misma persona fue la autora de las cuatro agresiones.

En el primer caso, el 29 de noviembre del 2020, hacia las 21.30 horas, Johan Felipe H.P., accedió a un edificio de la calle Girona aprovechando que una chica salía a echar la basura. El hombre esperó a la mujer dentro del portal y cuando la joven iba a subir las escaleras para volver a casa, la abordó por sorpresa, y le tocó los pechos y la zona genital por encima de la ropa "de forma brusca". La chica empezó a gritar pidiendo ayuda, y el asaltante se marchó rápido.

El 18 de enero, hacia las 15.45 horas, el hombre entró a un portal de la calle València siguiendo a una vecina que volvía a casa. La joven preguntó al hombre a qué piso iba, y este, de repente, la cogió "fuerte" por la pierna y el culo y empezó a bajarle los pantalones. La mujer reaccionó rápido y consiguió subirse la ropa y apartar al acusado, que se marchó.

Cuatro días después, hacia las 21.30 horas del 22 de enero, el repartidor volvió a entrar a una finca de la calle Santaló detrás de una adolescente de 16 años. Cuando esta iba a subir las escaleras para ir a casa, el encausado fue detrás y le tocó el culo hasta llegar al pubis. La joven se giró inmediatamente y el hombre se marchó rápido.

El mismo día pero una hora después, entre las 22.30 y las 23 horas, volvió a entrar en un portal de la avenida Sarriá detrás de una vecina. Los dos subieron al ascensor, donde el acusado abordó la mujer, le bajó los pantalones y la ropa interior y le introdujo dedos en el ano y la vagina, pese a la negativa de la chica. Paralizada por el miedo a morir, solo podía decir al acusado que parara, e incluso le pidió perdón por no colocarse correctamente según las indicaciones del asaltante. Este grabó los hechos con el teléfono móvil y el video se encontró en el aparato del acusado. Al cabo de unos momentos, el hombre se marchó.

El hombre fue arrestado pocos días después por los Mossos y el 26 de enero ingresó en prisión provisional. Las cuatro víctimas todavía sufren secuelas psicológicas importantes.

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