Uno de los momentos más comentados de la esperada boda de Kiko Matamoros y Marta López Álamo ha sido la entrada de película, en último momento, de Diego Matamoros, quien había llegado tarde a la ceremonia debido a un problema de salud. 

Aunque en un principio él mismo aseguró que no llegó a tiempo a la Basílica de San Miguel porque le había sentado "mal una comida", lo cierto es que la realidad era otra. Este lunes, a través de un story  en su cuenta de Instagram, el hijo de Marián Flores ha explicado que "desde el viernes, anda bastante mal", dejando entrever que se encuentra preocupado por su estado de salud. 

El influencer ha confesado que el motivo real por el que se retrasó en la boda era porque ese día tuvo varias "arritmias, problemas con las manos, temblores, vómitos, de todo...". No obstante, con la idea de faltar en una fecha tan importante para su padre, decidió dejar a un lado sus malestares y presentarse en la Basílica. 

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Diego Matamoros era uno de los testigos que leería en el enlace, por lo que llegó "justo a mitad de lectura", y a tiempo, para entonar su texto a los allí presentes. "La verdad que fue un momento bonito. No duré mucho más, dos horas y media o tres como mucho. Me tuve que volver para casa porque estaba hecho un trapo", ha expresado en el story.

Sin embargo, los malestares no han cesado. El hermano de Laura Matamoros ha estado "bastante mal" durante el fin de semana. "Voy a ver si hoy retomo el pulso a la vida porque estoy todavía con dolores, calambres en las piernas y demás. Si sigue esto así, iré a mirarme al hospital", ha asegurado.