Temor global a la "fecha X": EE UU se asoma al precipicio de la bancarrota y podría arrastrar al mundo a otra crisis financiera

La fecha X que remueve a la política económica de Estados Unidos.
La fecha X que remueve a la política económica de Estados Unidos.
Carlos Gámez
La fecha X que remueve a la política económica de Estados Unidos.

Lo llaman la 'fecha X'. Es el día en el que el Gobierno de EE UU ya no tendrá liquidez para afrontar sus pagos y podría llegar tan pronto como el próximo jueves, 1 de junio. EE UU se asoma más que nunca al abismo de la bancarrota financiera. La secretaria de Estado del Tesoro, Janet L. Yellen, ya ha dicho que el país está con medio pie en la quiebra y que estima "muy probable" que se precipite a ese barranco si no se alcanza ‘in extremis’ un acuerdo en el Congreso que aumente el techo de la deuda

Los expertos consultados por 20minutos vaticinan que habrá acuerdo de última hora y EE UU salvará la situación, al menos de manera temporal, pero opinan que flirtear con el abismo financiero no está exento de riesgos para los mercados financieros globales. Y, además, consideran que, si finalmente EE UU entra en impagos de manera prolongada, un escenario nunca antes explorado, sería económicamente devastador y podría hundir al mundo en otra crisis financiera.

¿Qué es el techo de deuda?

El techo de la deuda es un tope de dinero que el gobierno de EE UU está autorizado a pedir prestado a través de letras y bonos para cumplir con sus obligaciones financieras. Desde 1917, para cambiar esa cifra máxima de endeudamiento el Departamento del Tesoro, ahora bajo la batuta de Janet L. Yellen, tiene que pedir al Congreso un cambio de legislación. El techo de deuda se ha incrementado 78 veces desde 1962, la última en 2021. El Congreso votó aumentarlo en 2,5 billones de dólares, hasta los 31,4 actuales que el presidente Joe Biden firmó el 16 de diciembre de 2021.

¿Qué es la temida 'fecha X'?

El 19 de enero EE UU alcanzó el límite técnico del techo de la deuda, 31,4 billones de dólares, pero el Tesoro anunció "medidas extraordinarias" (herramientas de contabilidad fiscal) para frenar inversiones y pagar las deudas. Sin embargo, ya no hay margen para más contabilidad creativa y la titular del Tesoro ha estimado "muy probable" que el 1 de junio el país deje de pagar facturas. Esa es la 'fecha X', cuando el Gobierno se quedará sin efectivo si no obtiene un permiso para emitir nueva deuda.

¿Cuál es la forma de evitarlo?

El presidente de EE UU, Joe Biden, y el presidente del Congreso, el republicano Kevin McCarthy, llevan días negociando una subida del techo del endeudamiento que impida la catástrofe. Han mantenido varias reuniones, pero todavía priman las diferencias sobre los acuerdos.

Santiago Carbó, director de Estudios Financieros de Funcas, cree que desde hace semanas se está poniendo a prueba "todo el sistema constitucional americano" y lamenta que "últimamente en política todo el mundo valore positivamente tensionar la situación y ponerse en el precipicio porque acarrea votos".

El republicano McCarthy pretende imponer recortes de gasto público "que condicionen el resto de la política de Biden hasta las elecciones", señala Carbó. Según los medios estadounidenses, Biden no acepta reducciones en programas como vivienda, limpieza de desechos tóxicos, control de tráfico aéreo o investigación del cáncer. La propuesta demócrata incluye, por su parte, nuevos impuestos a los ricos y a las grandes empresas, pero los republicanos no los aceptan. Mientras, el reloj corre hacia el incumplimiento. No queda casi tiempo. McCarthy, de hecho, ha prometido 72 horas a sus legisladores para que revisen cualquier acuerdo, informa Associated Press. 

¿Se llegará a tiempo de evitar la quiebra?

Hay quienes creen que EE UU nunca estuvo tan cerca de la bancarrota. "A principios de junio, el Tesoro estará patinando sobre una capa de hielo muy delgada que se hará más delgada cada día que pasa. El problema de patinar sobre hielo delgado es que a veces te caes", se lee en un estudio publicado por analistas financieros en el NYT. 

Sin embargo, las agencias de rating consultadas por medios como POLITICO cuentan con que habrá acuerdo antes del 1 de junio. Moody's dijo que mientras EE UU pague los intereses y el capital de los bonos, no estará en mora. El director de estudios financieros de Funcas, por su parte, cree que se llegará a un acuerdo, aunque se estén dedicando ahora a "meter un poco más de presión". "El Congreso tiene que hacerlo en algún momento muy pronto", dijo también a Bloomberg el economista jefe de investigación de Goldman Sachs, Alec Phillips. "Esperar hasta el último minuto no es necesariamente el movimiento correcto", advirtió.

Además, y como señala Carbó, existe un mecanismo de último recurso. Exigiría que Biden invocara la enmienda 14 que impide impagos de deuda federal, aunque enfrentaría al presidente con el Congreso.

El precedente de 2011: casi incumplimiento

El enfrentamiento  más enconado por el techo de deuda en fechas recientes en EE UU ocurrió en el año 2011, con Barack Obama en la Casa Blanca. Los análisis posteriores a ese casi incumplimiento demostraron que la caída del mercado de valores disminuyó en 2.4 mil millones la riqueza de los hogares y costó a los contribuyentes 1,3 mil millones en pagos de intereses más altos. Sin embargo, los analistas opinan que la situación es peor ahora: "En la situación actual, donde hay mucha fragilidad en el sistema bancario, te estás arriesgando más. Estás acumulando fragilidad sobre fragilidad", han advertido.

Repercusiones de la bancarrota dentro de EE UU

Los economistas creen que el Tesoro tratará de priorizar unos pagos sobre otros, porque dejar de afrontarlos sacudiría los mercados. 

"Si el Congreso no aumenta el límite de la deuda, causaría graves dificultades a las familias estadounidenses, dañaría nuestra posición de liderazgo mundial y generaría dudas sobre nuestra capacidad para defender nuestros intereses de seguridad nacional", ha asegurado la secretaria de estado, Janet L. Yellen. 

Analistas de Moody's han llegado a la conclusión de que incluso si se sobrepasara el límite de la deuda durante solo una semana, la economía de EE UU se debilitaría tanto, tan rápido, que eliminaría 1,5 millones de puestos de trabajo. Por su parte el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca cree si se tarda en lograr un acuerdo, la economía podría contraerse hasta en un 6,1%. Por lo tanto, los efectos dependerán de si llega el impago y de cuánto tiempo está el país sin suspender el actual techo de la deuda.

¿Cuáles serían las consecuencias a nivel global?

Un incumplimiento de pago de la deuda federal por primera vez repercutiría rápidamente en todo el mundo. EE UU es un socio comercial internacional de primer nivel, lo que afectaría a múltiples economías. "Ningún rincón de la economía mundial se salvará", ha reconocido el economista jefe de Moody’s Analytics.

Para la catedrática en Economía de la Universidad de Alicante, Paloma Taltavull, podría afectar a la calificación crediticia del país y a la confianza de los inversores en las deudas de otros países. Según esta experta, los países latinoamericanos "cuya deuda está referenciada a la estadounidense" serían los primeros en verse afectados.

Aunque los mercados financieros están atentos, pero no en pánico, lo primero que ocurriría es que los inversores perderían la confianza en la deuda pública de todos los países, y esta se encarecería, porque si cae en desgracia la deuda de EE UU puede ocurrir en cualquier otro país. A su vez, el valor del dólar también caería, y recuerdan que esta amenaza se cierne sobre una economía mundial afectada de inflación y subidas de las tasas de interés, con la guerra de Ucrania y las secuelas de la pandemia.

¿Cuán es el coste de flirtear con la bancarrota?

Los expertos insisten en que, antes o después, EE UU alcanzará un acuerdo para evitar la quiebra financiera. Pero flirtear con la bancarrota tiene también consecuencias, pronostican. Según NYT, tensar la cuerda está aumentando el coste de los préstamos, afectando al bolsillo de los estadounidenses. y desestabilizando los mercados financieros. Eso sí, si no se resuelve el enfrentamiento político esta vez, los mercados "que ahora están solo nerviosos podrían entrar en pánico" y eso sería "económicamente devastador y podría hundir al mundo en una crisis financiera", han advertido. "Es un juego muy peligroso", describe Carbó.

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