Arturo Valls visitó este miércoles El Hormiguero para comentar con Pablo Motos todas las novedades de la tercera temporada de Mask Singer, el programa que presenta todos los miércoles en el prime time de Antena 3. 

Entre ellas destacó las incorporaciones de Ana Obregón y Mónica Naranjo al elenco de investigadores junto a los ya veteranos, Javier Ambrossi y Javier Calvo.

"La participación de Ana fue muy bien, muy emotiva porque era su vuelta a la televisión. Es increíble la agenda social que tiene… de ese modo ha adivinado a algunas máscaras", destacó.

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Pero el valenciano fue recibido por todo lo alto por el equipo del programa, ya que se trataba de la visita número 20 de Valls, por lo que ya había logrado alcanzar entrar en el Club Infinity.

El conductor del espacio de Antena 3 le hizo entrega de su tarjeta, su taza dorada y de un reloj de gama alta personalizado de marca TAG Heuer valorado en varios miles de euros.

Valls también comentó algunas anécdotas personales: "Mi padre trafica con fotos mías. Cuando llego a Valencia tiene preparado un taco que luego le regala al carnicero, al médico...".

"Lo que también hace es que, si estamos en un restaurante, ofrece a la gente hacerse fotos conmigo. El problema es que hay algunos que lo hacen por compromiso", contó entre risas.

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También comentó sobre su padre que "hacía performance sin saber que lo hacía. De pequeño veía que desaparecía en comidas familiares y volvía disfrazado con falda, peluca…", recordó el presentador.

"Todo era para amenizar el evento, pero cuando la cosa decaía llevaba atado un pepino debajo de la falda y lo movía. Ahí aprendí yo los mecanismos del humor", señaló Valls entre risas.

"Antes de la televisión trabajé de camarero, de temporero recogiendo algarroba en el campo y también dependiente en tienda de ropa", admitió el invitado.

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