Dos personas han muerto tras un tiroteo que ha tenido lugar este jueves en la planta Mercedes-Benz Factory 56 de la ciudad de Sindelfingen, sur de Alemania. El presunto agresor, un hombre de 53 años, era un compañero de los fallecidos y se entregó sin oponer resistencia a la policía tras haber disparado a sus víctimas.

El tiroteo ocurrió sobre las 05.00 hora local (03.00 GMT) y fue poco después cuando la policía recibió un primer aviso alertando de que se habían producido disparos en la planta. De inmediato se desplegó en el recinto un fuerte dispositivo policial que acordonó la zona.

La Policía del distrito de Ludwigsburg informó inicialmente, a través de su cuenta en Twitter, que el altercado había dejado un fallecido, pero en un nuevo mensaje ha comunicado que posteriormente murió otro hombre en el hospital donde había sido ingresado. Ambos tenían 44 años de edad. 

Además, ha sido en la misma red social donde han declarado que el presunto agresor ha sido detenido, señalando  que en todo el recinto se ha desplegado un fuerte operativo policial, aunque la situación no supone peligro para la población.

Según ha indicado el diario alemán Bild, el acusado tenía 53 años y, al parecer, era un trabajador externo de una empresa de logística, el cual fue inculpado tras aparecer la presunta arma del crimen. Además, han explicado que próximamente tanto él como los testigos serán sometido a una serie de interrogatorios.

Por su parte, la fábrica ha emitido un comunicado de calma en el que aclaran que no existe peligro para los trabajadores y que se mantendrán en contacto con las autoridades para esclarecer los hechos. 

El portavoz de Mercedes, Johannes Leifert ha querido mostrar sus condolencias a los familiares de las víctimas en un comunicado. "La trágica noticia de Sindelfingen nos ha consternado y conmocionado profundamente; nuestros pensamientos están con las víctimas, sus familias y compañeros".