Entrevista

Ayanta Barilli: "No existe el amor sin lealtad, pero sí el amor con traición"

La escritora y periodista Ayanta Barilli posa durante un encuentro con '20minutos'.
La escritora y periodista Ayanta Barilli posa durante un encuentro con '20minutos'.
JOSÉ GONZÁLEZ
La escritora y periodista Ayanta Barilli posa durante un encuentro con '20minutos'.

"No existe un final, porque mi rostro está pintado sobre el de mi hija. Somos el resultado de miles de imágenes superpuestas, apiladas y tatuadas en la piel de nuestra desmemoria". Cuando Manuel es ingresado en la UCI, su hija Anita encuentra la película que este le fue grabando desde su nacimiento hasta una década después. A partir de este hallazgo, ambos inician un viaje marcado por los recuerdos y por el amor en varias de sus formas. Lo traza la escritora Ayanta Barilli en su nuevo libro, Si no amaneciera (Planeta), una publicación que llega pocas semanas después del fallecimiento de su padre, el escritor Fernando Sánchez Dragó. "Mi padre me habría dicho que hiciera la promoción... y aquí estoy", nos dice.

Primero de todo, ¿cómo está?Estoy completamente desbaratada, no puedo estar bien. El fallecimiento de un padre es algo muy duro, pero el mío siempre decía que hay que aprovechar el impulso del enemigo. En este caso es el duelo que estoy pasando, y lo voy a aprovechar hablar de un libro que tiene mucho que ver con nosotros, aunque sea de ficción. 

¿Cuál es el origen de esta novela?Esta novela trata la historia de un padre y su hija. Se desarrolla a lo largo de las últimas 24 horas de vida de él, pero cuenta los recuerdos de 100 años de historia de los dos. La chispa que me hizo escribir este libro fue un vídeo que me envió hace cuatro años mi pareja. Era de una película en la que se veían los primeros diez años de nuestra hija. Me causó un impacto emocional muy grande, me impresionó mucho. Empecé a verla una y otra y otra y otra vez y, cuando superé el asombro del paso de crisálida a mariposa de mi hija, empecé a vernos a su padre y a mí como pareja, a los familiares que ya no están, a nuestros amigos… Y también veía la casa, cómo iba cambiando con el tiempo. La casa como ese gran objeto mágico que recoge todas esas historias y esas voces de una familia.

Entre las bases de la novela, más allá de la familia, están el amor y la lealtad. ¿Una cosa tiene sentido sin la otra?
Desde luego, una de las cosas que define el amor es la lealtad en su sentido más profundo. La deslealtad es algo difícilmente perdonable. No existe el amor sin lealtad, pero sí existe el amor con traición.

La escritora y periodista Ayanta Barilli posa con su nuevo libro.
La escritora y periodista Ayanta Barilli posa con su nuevo libro.
JOSÉ GONZÁLEZ

Dice que en esta novela hay retales de su padre y usted. ¿Fernando Sánchez Dragó llegó a poder leerla? ¿Participó de algún modo en ella?Mi padre y yo nunca nos leíamos el uno al otro hasta que las novelas no estuvieran totalmente terminadas, porque la escritura es una partitura, y una coma mal puesta, un adjetivo de más, una rima interna dentro de una frase o una ligerísima incoherencia en un personaje es inadmisible. Por lo tanto, enseñas algo cuando realmente consideras que está terminado. En este caso, como empezaba la Semana Santa y yo no tenía el libro físico, le envié las galeradas, el libro desnudo. Leyó la novela una semana antes de morir.

Su libro Un mar violeta oscuro nace del recuerdo a su madre. ¿Tiene algo de homenaje, entonces, Si no amaneciera?
Está dedicado a él y al padre de mi hija. Es una figura de la que se ha escrito menos y que me resulta muy interesante, sobre todo después de haber abordado todo el linaje materno y femenino. Al estar escrito en dos primeras personas, me preguntaba cómo debía escribir con la voz de ese padre y de esa hija.

¿Diría que ese ha sido el mayor reto de este libro?Las novelas siempre suponen muchos retos. Escribir es un juego, al igual que interpretar un personaje. Simplemente tienes que entrar en el alma de ese ser que estás construyendo. Me es igual de difícil entrar en un personaje masculino que en uno femenino. Lo que sí me ha resultado complejo es encontrar el tono. ¿Cómo habla ese hombre? Además, el libro tiene una dificultad estructural, que es un juego con el paso del tiempo. 

¿La escritura es una forma de conseguir pararlo?
Es la única que yo conozco. La escritura y el cine. Cuando recordamos algo de nuestro pasado, lo hacemos como si fuera una película: vemos las imágenes en movimiento. De repente, el recuerdo está vivo.

¿Usted escribe para quedarse en el mundo o para escapar de él?Para irme a otro lado, siempre. Nunca me he sentido del todo conforme con lo que veo: me interesa mirar hacia arriba, buscar ahí. Quizás lo empecé a hacer porque me quedé huérfana de madre siendo muy pequeña. Quería encontrarla, y de esa forma buscaba las respuestas. Creo que mi fantasía se disparó así, empezando a construir historias. Nunca imaginé que eso era una mirada de escritora, pasó mucho tiempo hasta que me di cuenta. Pensaba que todas las personas transitaban el mismo mundo que yo. 

Se lee en la novela: "Porque así son los momentos importantes. Van lentos. No quieren acabarse". ¿Le viene alguno a la cabeza?
Ahora que estoy en pleno duelo, pienso en la última vez que vi a mi padre. Fue un mes antes de fallecer. Dimos una conferencia juntos. Fue un momento muy divertido y emocionante, porque establecí un juego con los guiños y las repeticiones de escenas que compartíamos él y yo en nuestras historias. Le propuse que leyéramos el final de uno de sus libros y el final de uno de los míos. Terminaban exactamente igual, con la misma pregunta, y él leyó su parte y yo la mía. Nos emocionamos muchísimo los dos. Era como ver ese cordón umbilical que hace que un padre y una hija pertenezcan a la misma estirpe. Es mi último recuerdo con él.

Dirige y presenta el magacín cultural A media luz, en Esradio. ¿Dónde queda la cultura en nuestras conversaciones con respecto a otros temas, como la política?
Yo no tengo ningún interés por la política. Y no creo que a la gente le interese tanto como para rellenar tanto contenido diario. En la política y en la información política todo me parece poco creíble. Y creo que campa algo que me hace dar un paso atrás: la descortesía, las malas maneras, la mala educación. En cuanto eso está, me voy. Pienso que habría que dar más espacio a la cultura, pero no me voy a quejar. Históricamente ha estado relegada a un número muy pequeño de personas, y sigue donde siempre estuvo. Solo existe para personas sensibles e inteligentes que se sienten cercanas a ella. 

La cultura es entretenimiento, pero, ¿el entretenimiento es cultura?
El entretenimiento no es cultura, y eso lo demuestran la televisión o las redes sociales. Está en todo este cacareo que tenemos alrededor. Nos entretenemos con juguetitos que nada tienen que ver con la cultura. Un libro te puede entretener, pero también te tiene que aportar algo; te tiene que emocionar, enseñar, hacer dudar… Como dicen los argentinos, 'te tiene que mover el piso'. Porque, si no, ¿para qué?

Haciendo alusión al título del libro, ¿si mañana no amaneciera, qué haría usted hoy?
Irme corriendo a las casas de las personas que quiero y abrazarlas por última vez. Vivimos hace poco una experiencia que generó en nosotros esa sensación. Estaban esas preocupaciones, el paso del tiempo... Y, bueno, como dice el libro: 'si no amaneciera, mi padre no habría muerto'.

AYANTA BARILLI

  • Nacida en Roma, en 1969, Ayanta Barilli es periodista y escritora. En 2013 publicó junto con su padre, Fernando Sánchez Dragó, 'Pacto de sangre'. Su primera novela, 'Un mar violeta oscuro', llegó en forma de recuerdo a su madre y le hizo ganar el Premio Planeta de novela 2018. En 2021 también publicó 'Una mujer y dos gatos'. Ha presentado y dirigido numero­sos programas de radio y televisión relacionados con la divulgación cultural. Actualmente presenta 'A media luz', en esRadio.
Mostrar comentarios

Códigos Descuento