Nueve científicas catalanas simularán una misión en Marte y darán "visibilidad" a las mujeres en el ámbito espacial y científico

  • La misión Hypatia I vivirá "cómo sería una misión tripulada a Marte" desde la estación Mars Research Desert Station en el desierto de Utah (Estados Unidos).
Seis de las nueve integrantes de la misión Hypatia I que simulará la vida en Marte desde el desierto de Utah.
Seis de las nueve integrantes de la misión Hypatia I que simulará la vida en Marte desde el desierto de Utah.
ACN
Seis de las nueve integrantes de la misión Hypatia I que simulará la vida en Marte desde el desierto de Utah.

La misión Hypatia hacia Marte ha partido hacia el planeta rojo. Bueno, hacia el desierto rojo de Utah, que es donde se encuentra la base de simulación marciana Mars Research Desert Station, MDRS, de la Mars Society. Y es que entre el 16 y el 29 de abril, nueve investigadoras catalanas procedentes de diferentes disciplinas científicas convivirán en condiciones de aislamiento para simular el día a día de una auténtica expedición a Marte.

La iniciativa partió de la astrofísica Mariona Badenas y la bióloga Carla Conejo, que fueron quienes idearon la misión Hypatia y contactaron con la Mars Society para ver la posibilidad de realizar el proyecto. Carla Conejo explica que una de las motivaciones fundamentales fue hacer ciencia con «perspectiva de género», de ahí que sean nueve mujeres las que participen en el proyecto.

El objetivo es «servir de ejemplo para que niñas y jóvenes se animen a entrar en el mundo de la ciencia». Siguiendo con esta visión, otra finalidad de la misión Hypatia visibilizar a las mujeres en la ciencia, y de esta manera, ofrecer otro punto de vista y cambiar la narrativa de la exploración espacial, que manifiestan que hasta ahora ha sido protagonizada casi exclusivamente por hombres. No obstante, la misión lleva el nombre de la considerada primera científica de la historia, Hypatia de Alejandría, matemàtica, filòsofa i astrònoma.

Ambiente realista

Carla Conejo explica que la expedición no va a vivir las «condiciones ambientales reales de Marte. No habrá una atmósfera como la de Marte, sino que estaremos en un ambiente respirable. Tampoco estaremos en condiciones de microgravedad. Y sobretodo, no recibiremos las radiaciones» que si se dan en el ambiente de la superficie del planeta rojo. Sin embargo, relata que las condiciones de vida serán muy similares a las de una auténtica estancia en una hipotética estación marciana.

Para empezar, tendrán que vestir los trajes de astronautas cuando salgan al exterior. Y la alimentación se compondrá de productos deshidratados como sucede en las misiones espaciales reales. El agua estará racionada y tendrá que dosificarse convenientemente, tanto para beber, como para la higiene o cualquier otro uso personal o científico.

Imagen de las nueve integrantes de la misión Hypatia I.
Imagen de las nueve integrantes de la misión Hypatia I.
ACN

La base de simulación Mars Research Desert Station, MDRS, de la Mars Society, a la que se dirigen las nueve ‘astronautas’ catalanas, se encuentra en el desierto de Utah porque, según cuenta Carla Conejo, tanto la orografía como la geología de esta zona son similares a las de la superficie de Marte. Además, cuenta que es un terreno rico en materiales ferrosos, y respecto al clima, hay grandes oscilaciones de temperaturas y muy baja humedad.

Además del objetivo de visibilizar las mujeres en la ciencia, Hypatia también tiene finalidades de investigación en condiciones marcianas. Concretamente, se probarán equipos y se estudiará qué problemas pueden surgir en futuras misiones reales a Marte; desarrollarán baterías que utilizarán orina de las tripulantes para poder alimentar un sistema de leds para un pequeño invernadero; o desarrollarán actividades de divulgación científica.

Estación Mars Research Desert Station en el desierto de Utah (Estados Unidos).
Estación Mars Research Desert Station en el desierto de Utah (Estados Unidos).
MARS SOCIETY

En el caso de Carla conejo, explica que su objetivo es estudiar «el comportamiento humano en las condiciones de vida y de relaciones que se desarrollan en estas misiones, más teniendo en cuenta que la mayoría de nosotras no nos conocemos». La bióloga cuenta que en una misión con estancia real en Marte, los astronautas tendrán que vivir bajo tierra, y el viaje, entre ida y vuelta, puede durar dos años.

Un equipo multidisciplinar

Además de Mariona Badenas y Carla Conejo, la misión se completa con Ariadna Farrés, matemática, Laia Ribas, investigadora, Neus Sabaté, física, Cesca Cufí, ingeniera aeroespacial, Anna Bach, analista, la estudiante de ingeniería Helena Arias y la periodista científica Núria Jar. Con un presupuesto de 50.000 euros, está financiada por las fundaciones Catalunya La Pedrera y Banc de Sabadell, y por la Generalitat.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento