La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha anunciado que abrirá un expediente al médico del hospital Gregorio Marañón, detenido en Colmenar Viejo, acusado de maltratar a su mujer y a sus ocho hijos. El motivo son la gran cantidad de uniformes hospitalarios, como batas o trajes de quirófano; y material sanitario, como guantes, mascarillas, gasas o medicamentos; encontrados en su vivienda durante el registro.

Estos indicios han llevado a la Dirección General de Recursos Humanos y Relaciones Laborales de la consejería a abrir un expediente con designación de instructor por la supuesta sustracción de material sanitario. Por su parte, el Hospital Gregorio Marañón ha indicado que colaborará activamente en cualquier requerimiento judicial. 

Inicio de la investigación

La Guardia Civil detuvo en Colmenar Viejo a este médico y a su mujer acusados de maltratar a sus ocho hijos menores de edad y de obligarlos a "malvivir" en una habitación. Los descendientes también tenían prohibido pisar el salón y eran castigados con agresiones físicas o dejándoles a la intemperie en el patio de la vivienda. 

Fue el pasado 29 de marzo cuando, bajo la dirección del titular del Juzgado de Instrucción nº1 de Colmenar Viejo, se registró el domicilio en el marco de una investigación articulada por el Equipo de la Policía Judicial de Colmenar. Durante esta intervención, también participaron el Fiscal de Guardia, Agentes tutores de la Policía Local de Colmenar Viejo, Servicios Sociales y agentes del Equipo Mujer Menor de la Comandancia de Madrid. 

La investigación comenzó días antes como consecuencia de una denuncia donde se ponía de manifiesto unos presuntos malos tratos contra una menor de edad ocasionados por su progenitor. A partir de ese momento, los agentes encargados del caso iniciaron un estudio en detalle del entorno familiar en el que vivía la presunta víctima, contrastando también los datos con los agentes tutores de la Policía Local y Servicios Sociales de Colmenar Viejo.

Todo ello permitió descubrir que además de esta joven, había otros siete menores en la vivienda que también podrían estar siendo víctimas de violencia doméstica. Y es que los ocho hijos del médico solían faltar a clase, siendo las ausencias escolares justificadas por el padre, que ejercía de médico en el hospital Gregorio Marañón. 

Como consecuencia de estos hallazgos, los agentes encargados del caso establecieron vigilancias en las inmediaciones del domicilio familiar. Estas permitieron confirmar que las sospechas que existían respecto a esta pareja eran ciertas.

La mujer, que también fue detenida por la Guardia Civil, es a su vez víctima de un delito de violencia de género, por lo que el Juzgado decretó cautelarmente una orden de alejamiento con respecto a su marido. 

Después de que las unidades de la Policía presentasen las pruebas oportunas al titular del Juzgado, ordenó la inmediata entrada y registro en el domicilio, donde se confirmaron todas las sospechas. 

Registro de la vivienda

A su entrada en la vivienda, los agentes comprobaron que se encontraba en un estado de insalubridad en todas las dependencias a excepción del despacho del padre. Solo uno de los dos baños existentes en el domicilio era utilizado y estaba completamente sucio y lleno de enseres. 

Por su parte, la cocina estaba en un estado "deplorable", sin limpiar y en una situación higiénico sanitaria pésima. También encontraron una gran cantidad de uniformes y material hospitalario, aunque en un primer momento no se pudo acreditar su lícita procedencia. Por ello, se está investigando a este médico como presunto autor de un delito de hurto. 

Finalmente, se pudo confirmar que los menores estaban en una "grave situación de desamparo" siendo víctimas de violencia doméstica. Los progenitores detenidos están acusados de delitos de maltrato, contra los derechos y deberes familiares y de obstrucción a la justicia. Además, al varón se le atribuyen también cargos por violencia de género y hurto. 

Por este motivo, la Patria Potestad ha sido retirada cautelarmente a los padres, que también tienen una orden de alejamiento con respecto a sus hijos.