En el tramo entre Fabra i Puig y el Pont de Sarajevo, la Meridiana separa Nou Barris de Sant Andreu, y la mayoría de sus carriles quedan elevados por encima de este último distrito barcelonés, con lo que los vecinos de las plantas más bajas de los edificios de la avenida ven un muro frente a sus ventanas. Sin embargo, los planes para reformar esta parte de la vía, con la que se completará la remodelación entera, prevén que eso se acabe. El muro se derribará, y para salvar el desnivel, se construirá en la Meridiana una mediana con pendientes suaves, en la que el verde será el protagonista y habrá un carril bici.
Lo ha anunciado este miércoles la teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz, que ha informado de que el Ayuntamiento ya ha finalizado los estudios previos para la reforma de este tramo, de 2,5 kilómetros, y los ha presentado a los vecinos. De este modo, en el próximo mandato será posible iniciar la redacción del anteproyecto para luego redactar en 2024 el proyecto ejecutivo y poder empezar las obras.
El derribo del muro, ha señalado, permitirá también demoler el Pont del Dragó, que pasa por debajo de la Meridiana -en su confluencia con el paseo Valldaura- y por encima de las vías del tren.
Los estudios previos para reformar este tramo, el último que se abordará para que la avenida deje de ser "una autopista urbana" y se convierta en una vía verde con más espacio para el peatón, prevén implantar en sentido entrada a Barcelona un carril bus, dos de circulación y uno bus VAO. En sentido salida, uno de autobús y dos de circulación, en su parte más ancha -entre Fabra i Puig y el paseo de Santa Coloma-. De este modo, se reducirá un carril para vehículos privados a motor por sentido, y se eliminará completamente la calzada segregada situada en la cota de Sant Andreu. También está previsto ampliar la acera de la Meridiana que da a este distrito, para que pase de los 3,5 a los 18 metros de ancho.
El tramo, según los estudios previos, dispondrá de 1.200 árboles más y de 54.153 m² de parterres. Además, pasará de sus nueve pasos de peatones actuales, con una distancia entre sí de unos 300 metros, al doble, 18, situados a 133 metros el uno del otro. La superficie destinada a calzada se reducirá de los 109.600 m² a los 70.600 m², un 36%, con lo que el crecimiento del espacio para viandantes será notable.
Las actuaciones hechas hasta ahora
Actualmente, se está reformando la Meridiana entre la mitad del ámbito Navas de Tolosa-Josep Estivill y la calle de Felip II, con la previsión de acabar las obras este verano. En paralelo, el pasado enero se aprobó inicialmente el proyecto ejecutivo del tramo entre Felip II y Fabra i Puig, y se prevé darle luz verde definitiva en abril.
Sanz ha señalado que en ocho años se han invertido 28 millones de euros en la remodelación de la avenida, de los que seis proceden de los fondos Next Generation, lo que demuestra que la transformación tiene el "aval" de la Unión Europea. Durante este mandato, ha dicho, se han reformado casi 1,7 kilómetros de los cinco que tiene la vía.
Las actuaciones hechas hasta ahora, según datos municipales, han permitido reducir el tráfico en unos 17.000 vehículos diarios. Antes de la pandemia, entre 2016 y 2019, pasaban entre 30.000 y 32.000 coches por sentido, y el año pasado y este circulan unos 23.500.
"Estamos más cerca de que la Meridiana deje atrás el humo, el asfalto y el ruido y pase a ser un espacio de vida, abierto, con transporte público que una los barrios y aire más respirable", ha celebrado la teniente de alcaldía. Ha destacado también que la reforma "cose" los distritos de Sant Martí, Nou Barris y Sant Andreu, separados durante años por esta "autopista" urbana.
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