El coste de las sanciones varía entre los 90 y los 300 euros y la mayoría han sido interpuestas porque el agua de estos aparatos cae directamente a la calle.

Según la concejala de Medio Ambiente, Pilar Megía, el Consistorio pretende solucionar estas molestias «regulando la instalación de aparatos de aire acondicionado a través de una nueva ordenanza de protección de la atmósfera, cuya aprobación inicial está previsto que se haga en breve».

Según la futura ordenanza, la instalación de aire acondicionado se hará respetando una distancia mínima entre el aparato y el hueco de ventilación, o sea, la ventana del vecino. Los más pequeños deberán respetar como mínimo una separación de dos metros.

Además, en los nuevos edificios, los aires tendrán que disponer de un sistema de recogida de agua y deberán colocarse en la azotea. Nunca podrán estar visibles en las fachadas.

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