De funcionaria de ayuntamiento a estrella de una serie musical, la historia de Carmela Rosingana y 'Jimena soy yo'

Lucas Vidal y Carmela Rosingana, en la presentación de 'Jimena soy yo'.
Lucas Vidal y Carmela Rosingana, en la presentación de 'Jimena soy yo'.
SONORA
Lucas Vidal y Carmela Rosingana, en la presentación de 'Jimena soy yo'.

¿Qué hace Carmela Rosingana, una mujer sin experiencia previa en la interpretación cuyo empleo principal es ser funcionaria de servicios sociales en el Ayuntamiento de Madrid, en un cartel junto a Edu Soto, Cecilia Suárez, Boris Izaguirre, Mariola Fuentes, Francis Lorenzo o Itziar Castro? Lo que hace es protagonizar Jimena soy yo, el primer musical en audio en español.

La plataforma Sonora estrena hoy Jimena soy yo, una serie musical creada por Lucas Vidal, compositor de bandas sonoras de películas como Fast & Furious 6 y ganador de dos Premios Goya por la canción de Palmeras en la nieve y la banda sonora de Nadie quiere la noche de Isabel Coixet, junto a la guionista Ainoa Careaga.

"Tenía muy claro que el personaje principal tenía que ser Carmela. Tiene 53 años y es una persona muy especial. Es muy buena persona, siempre quiere ayudar y además, es súper divertida, es un disparate", cuenta Lucas Vidal sobre su flamante protagonista. "A Carmela la conocí a través de la guionista, que trabajó un año en el Ayuntamiento y allí la conoció. Cuando la traté por primera vez pensé que algo había que hacer con ella, porque está destinada al "show business'".

La historia cuenta la alocada historia de Jimena, una mujer trabajadora de más de 50 años que no se encuentra en su mejor momento. Pero no piensa venirse abajo: ella tiene una gran vocación de ayuda al prójimo y va a dedicar su vida a ello, aunque se acabe metiendo en enredos de lo más inverosímiles, mientras trabaja en una empresa de juguetes sexuales.

En esta historia de cuatro capítulos, Jimena quiere ayudar a su hermana Concha, que está casada con Wang, un norcoreano con quien tiene un hijo. El matrimonio, que regenta un restaurante, se enfrenta a una multa de Sanidad por intoxicaciones masivas en el local y Wang quiere tirar la toalla y mudarse a Corea del Norte. Jimena tratará de evitarlo por todos los medios.

"El resto de los actores estaban totalmente alucinados con el hecho de que nunca hubiera hecho nada artístico", explica Vidal sobre el desempeño de Carmela a la hora de contar esta historia. "Para actuar y contar una historia sin lo visual tienes que valer", pone de manifiesto.

Contar una historia sin una sola imagen, sólo con la voz humana, la música y los sonidos, tiene algunas ventajas. "Yo vengo de la imagen y me dedico al cine", destaca Vidal, que sin embargo cree que en una ficción sonora hay mucho de "imaginación, de creatividad". "Tú lo oyes y te lo imaginas, es todo abstracto. Es como cuando éramos pequeños y nuestros padres nos contaban un cuento", ejemplifica.

Jimena soy yo (se llamó así porque Carmela no puso ponerle su nombre) tiene mucho de la personalidad de su actriz principal, así que el guion hubo que adaptarlo, porque a ella le parecía que tenía "muchos rombos". "Queríamos que fuera elegante, dentro de que la historia tiene un tono un poco picante, pero no queríamos que pasarnos de rosca y que fuera algo para todas las sensibilidades", explica Vidal. "Yo le daba el guion, pero luego ella hacía lo suyo, ponía sus expresiones, cambiaba cosas…", rememora Vidal sobre la forma de trabajar de Carmela.

Entre las canciones de este musical grabado en Madrid y Viena con un equipo de cerca de 90 personas, incluyendo un coro, una orquesta y un coro de góspel, hay géneros de de todo tipo, desde trap y reggaeton a guiños "al musical de toda la vida", pasando por canciones de los años 80.

Y aunque Jimena soy yo nazca como o audio, como podcast, tiene visos de de saltar a la pantalla. "La idea es hacerlo y ya hay una serie de conversaciones para que eso pase", hace ver Vidal.

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