Tamara Falcó e Íñigo Onieva se separaron el pasado mes de septiembre tras la filtración de varias imágenes del empresario besándose con otra mujer en un festival de música en Estados Unidos. Sin embargo, el año 2023 empezó de la mejor manera para ellos. Tres meses después de su polémica ruptura, la pareja se ha dado una segunda oportunidad y, de hecho, ha retomado sus planes de boda, que se celebrará el próximo 17 de junio. 

Los novios se encuentran más concentrados que nunca en los preparativos de su boda. Es tanto así que ya han elegido el diseño del vestido con el que brillará la marquesa de Griñón, quien contará con la ayuda de su amigo Juan Avellaneda para dar los últimos retoques a su look, el lugar de celebración y, ahora, los padrinos de su enlace.

Según desveló la revista Diez Minutos, el empresario ha elegido a su madre, Carolina Molas, como la madrina de bodas. Una elección que deja fuera a Isabel Preysler, quien se ha mostrado "estupefacta" ante la reconciliación de su hija y el ingeniero. "Espero que Íñigo no se vuelva a equivocar", fueron las palabras expresadas por la reina de los corazones al enterarse de la primicia. 

Una de las posibles razones por la que Íñigo se ha decantado por su madre ha sido el apoyo que ella siempre le ha mostrado, sobre todo tras su polémica ruptura con la celebrity. Además, Carolina Molas fue una de las primeras personas en alegrarse de la reconciliación de Tamara e Íñigo. 

El padre de la marquesa de Griñón, Carlos Falcó, falleció en el 2020 por coronavirus, por lo que no se sabía quien la iba a acompañar hasta el altar. Según Diez Minutos, la colaboradora de El Hormiguero ha escogido a su hermano mayor Manuel Falcó como su padrino de bodas, dejando entrever la confianza y el cariño que ambos se procesan. 

Tamara y su hermano Manuel se han asociado para seguir el legado de su padre. La unión en el terreno empresarial de ambos hizo posible que, el año pasado, adquirieran la finca El Rincón, donde Tamara y su novio se darán el 'sí, quiero'.