El presidente de la Generalitat ya había advertido de que aprovecharía que era el anfitrión en la Cumbre Hispano-Francesa que este jueves se ha celebrado en Barcelona para reivindicar las aspiraciones de Cataluña de decidir su futuro, y así lo ha hecho. Por un lado, ha evitado estar presente mientras sonaban los himnos de España y de Francia, y por otro, ha querido dejar claro que el 'procés' no ha acabado.

Durante su saludo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una conversación de unos diez minutos mientras esperaban la llegada del presidente francés, Pere Aragonés le ha advertido de que el 'procés' "sigue vivo" y no ha acabado. Según el presidente catalán, mientras los Estados sigan mirando "hacia otro lado", habrá conflicto. 

Aragonès también ha insistido en que los independentistas no renunciarán al derecho a decidir el futuro de Cataluña y que "la lucha por la independencia no ha acabado". Una prueba es el día de hoy, ha asegurado el presidente catalán.

Y mientras ha saludado al presidente francés, Emmanuel Macron, el presidente de la Generalitat le ha trasladado la "importancia" del encuentro para los intereses de Cataluña, y ha destacado la "buena relación" del Govern con las autoridades francesas, así como la voluntad de construir una Europa "más fuerte", de la que Cataluña quiere "formar parte".

Aragonès lo ha explicado durante la comparecencia que ha realizado en el Palau de la Generalitat tras haber abandonado la cumbre que se celebra en Barcelona en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC). Pero el presidente de la Generalitat no ha detallado las respuestas de los jefes de los gobiernos español y francés. 

En referencia a la afirmación lanzada desde el Gobierno de que el 'procés' ya ha acabado, Aragonés ha criticado que Sánchez y Macron intenten imponer una realidad que, en su opinión, nada tiene que ver "con la realidad". "La realidad es tozuda, y sigue existiendo una mayoría sólida y transversal de la sociedad que quiere resolver democrática y pacíficamente su futuro", ha subrayado Aragonés.

Tras recibir a los mandatarios, Aragonès ha abandonado la explanada del MNAC y no ha asistido a la ceremonia de honores militares. Así, ha esquivado el momento en que han sonado el himno francés y el español. En la comparecencia, Aragonés ha argumentado que también ha querido protestar de este modo contra la presencia del ejército español. 

El presidente ha añadido que, mientras los Estados sigan mirando "hacia otro lado", habrá conflicto. Aragonès también ha insistido en que los independentistas no renunciarán al derecho a decidir el futuro de Cataluña y que "la lucha por la independencia no ha acabado". Una prueba es el día de hoy, ha asegurado el presidente catalán.

Tener en cuenta a la Generalitat en los acuerdos

Sobre la cumbre, el presidente de la Generalitat ha explicado que ha aprovechado la breve charla que ha mantenido durante la recepción al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al presidente francés, Emmanuel Macron, para pedir que la Generalitat pueda participar en todos los encuentros que se desprendan de la Cumbre Hispano-Francesa para poder "ofrecer una respuesta útil por los intereses y necesidades de la ciudadanía de Cataluña".

Aragonès ha explicado que es "imprescindible" que la cumbre sirva para abordar las cuestiones que trasladó a Sánchez en una carta, sobre gobernanza, infraestructuras e interconexiones (como el H2Med).

Abucheos a Junqueras

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha querido restar importancia a los abucheos que esta mañana de jueves ha recibido el presidente de ERC, Oriol Junqueras, durante la manifestación independentista convocada contra la Cumbre Hispano-Francesa que se celebra en Barcelona en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC).

Para Aragonès, lo importante que la manifestación se ha celebrado con normalidad y no los gritos de "traidor" y "botifler" que ha recibido Junqueras: "Una minoría no representa a la totalidad del independentismo", ha zanjado Aragonès.