Por primera vez en sus casi cuatro décadas de vida -y con 42 creaciones en su historia- el Cirque du Soleil presenta un espectáculo sobre hielo; todo un reto tanto técnico para sus acróbatas y malabaristas como para la logística de esta famosa compañía circense.
CRYSTAL es la historia de una adolescente frustrada con su familia y la sociedad, cuyo desahogo es salir a patinar por un lago congelado; hasta que cae en un agujero y se encuentra con su reflejo, un personaje que junto a un amigo imaginario le ayudan a salir adelante y a volver al mundo para luchar por lo que considera justo.
Cruce de roles y disciplinas
Tras pasar por Navarra y Málaga, CRYSTAL se presenta del 12 al 22 de enero en Barcelona, para luego seguir por Suiza, Alemania, Finlandia y otros países europeos. Un total de 44 artistas de once nacionalidades patinan en una pista de hielo de 15 x 25 metros montada en el Palau Sant Jordi.
Uno de los grandes desafíos, precisa su director artístico Rob Tannion, fue lograr combinar los roles: “hemos pedido a los acróbatas que aprendan a patinar, y a los patinadores que sepan hacer acrobacias”, explica. “¿Cómo podemos pedir a un artista de circo que haga su número, que quede sano y salvo, cuando toda la vida nos dijeron que no podemos correr en el hielo?”, plantea.
El desafío del hielo
El espectáculo se creó en 2017, y desde ese entonces continuamente lo van perfeccionando para que no quede ni un detalle al azar en las dos horas que dura. Otro de los problemas, apunta, es lograr que la temperatura de la pista sea estable, “cuando el tamaño de los recintos puede endurecer o ablandar el hielo”, señala.
Además de debutar en el uso del hielo, en CRYSTAL es la primera vez que además de la música en vivo se escuchan canciones grabadas de pop, como ‘Beautiful Day’ de U2 o ‘Sinnerman' de Nina Simone.
“La idea de usar esas canciones es que el público se identifique con la protagonista. Cuando Crystal sale de su casa y se escucha ‘Halo’ de Beyoncé buscamos que tengan la misma sensación de libertad que ella”, explica el director artístico.
El vestuario
Un equipo de casi 50 técnicos acompaña a los artistas en la gira, desde los que montan el escenario y la pista hasta los encargados del catering o el vestuario. Precisamente otro de los desafíos que vieron los creativos del Cirque du Soleil es poder gestionar diversos cambios de trajes e indumentarias a toda velocidad, pero sin quitarse los patines o los calzados especiales.
La catalana Isabel Franco, que lleva siete años trabajando en la compañía, es la Jefa de Vestuario; y explica que hay artistas que tienen cinco cambios estéticos en el espectáculo. “En varias ocasiones tienen un vestuario debajo del otro”, detalla.
Un innovador sistema de cremalleras y cierres metálicos ayuda a quitarse y colocarse otro traje en menos de 15 segundos, tiempo récord para volver a la pista y seguir actuando.
Los artistas cuentan con diferentes tipos de patines (entre los artísticos, los de danza sobre hielo y los de hockey), además de zapatos con crampones y guantes de Kevlar equipados con puños de polímero que amortiguan los golpes y protegen sus antebrazos de las afiladas cuchillas.
La preparación
En total el Cirque du Soleil transporta 4.000 piezas de vestuario para cada espectáculo. Según detallan los técnicos, en la sede de Montreal se escanean los cuerpos de los artistas para diseñar los trajes con la mayor exactitud posible.
Cada uno es responsable de su maquillaje, proceso que lleva de una a dos horas, y que se hace con la superposición de fotografías del rostro con imágenes de bases, rímel, pintalabios y pelucas; para evitar confusiones antes de salir al escenario.
Como Alicia en el País de las Maravillas
“La historia de Crystal me recuerda a la de Alicia en el País de las Maravillas cuando cae por el agujero y encuentra un mundo diferente”, dice Nikol Gosviiani, la principal protagonista.
Esta patinadora profesional nacida en Winnipeg (Canadá) encarna a la adolescente que por medio de su imaginación busca su verdadera identidad y aprende a ver las cosas desde otra perspectiva.
“Estar en el Cirque du Soleil es como un sueño hecho realidad. Es una compañía icónica, y con el desafío de combinar patinaje sobre hielo y acrobacia”, dice.
Malabares en hielo
Uno de los personajes más importantes de la historia está representado por el mexicano Agustín Bells, quien representa a un amigo imaginario de Crystal. Este es el primer espectáculo que realiza con la compañía circense. “Y también es la primera vez que combino malabares con el patinaje”, ríe.
“Actuar en el hielo es complicado porque puede estar más húmedo o seco, pero hay que adaptarse al momento y seguir haciendo malabares”, describe. “También aprendemos a ser muy rápidos. En la primera parte de mi acto tengo que ir detrás del escenario, quitarme los patines, ponerme las zapatillas y subirme a una plataforma para seguir con la actuación”, puntualiza.
El patinaje sincronizado, las figuras de estilo libre y el patinaje extremo se combinan junto a disciplinas circenses como el trapecio giratorio, las cintas aéreas y el mano a mano. En CRYSTAL el Cirque du Soleil rompe los límites, como el hielo que se quiebra y lleva a una adolescente a descubrir un mundo nuevo.
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