"Pérdidas estúpidas", "una negligencia o una traición"... crecen en Rusia la ira y las críticas contra el Kremlin por la matanza de Donetsk

El presidente ruso, Vladimir Putin, durante una rueda de prensa el pasado 22 de diciembre en el Kremlin, en Moscú, Rusia.
El presidente ruso, Vladimir Putin..
EFE
El presidente ruso, Vladimir Putin, durante una rueda de prensa el pasado 22 de diciembre en el Kremlin, en Moscú, Rusia.

La emboscada ucraniana contra las tropas rusas en Donetsk durante la noche de Fin de Año, que le ha costado la vida al menos a 89 militares rusos, ha generado una ola de indignación en Rusia contras las autoridades y los altos mandos del ejército, a quienes acusan de no proteger suficientemente a los solados.

Oficialmente, el Kremlin ha responsabilizado de la matanza a los propios soldados rusos por utilizar sus teléfonos móviles de forma masiva para llamar a familiares en Nochevieja, una práctica prohibida por el ejército ruso porque el uso del teléfono móvil facilita la geolocalización de las tropas al enemigo.

"Es evidente que la razón principal de lo sucedido ha sido el uso masivo por parte del personal de teléfonos móviles al alcance de las armas enemigas", ha dicho el comandante de las fuerzas rusas en Ucrania, Sergei Sevryukov.

Pero esa explicación, que tiene su razón de ser porque el uso de móviles ha sido utilizado por ambos bandos para identificar la ubicación del enemigo desde el inicio de la guerra, no es suficiente para muchas voces hasta ahora complacientes con el Kremlin y que empiezan a alzar la voz contra sus dirigentes.

El expresidente del senado ruso, Sergei Mironov, ha pedido que asuman su responsabilidad penal aquellos funcionarios que "permitieron la concentración de personal militar en un edificio desprotegido" y también "todas las altas autoridades que no proporcionaron el nivel de seguridad adecuado" a las tropas.

"La investigación determinará qué es lo que ha ocurrido: una traición o una negligencia criminal", ha subrayado Mironov, agregando que, en su opinión, "fueron ambas cosas".

La investigación determinará qué es lo que ha ocurrido: una traición o una negligencia criminal"

Otra voz crítica ha sido la del exviceministro de Exteriores, Grigory Karasin, quien ha pedido "un análisis interno riguroso" para analizar lo ocurrido y determinar las posibles responsabilidades.

Más contundente ha sido el vicepresidente de la Duma de la ciudad de Moscú, Andrey Medvedev, al pedir un "castigo" por las "pérdidas estúpidas" de personal militar: "O la vida de una persona tiene el máximo valor, y se castigan las pérdidas estúpidas de personal por traición a la patria, o se acaba el país". 

Y ha instado a las autoridades a no infravalorar al enemigo: "Después de diez meses de guerra, es peligroso y criminal considerar al enemigo como un tonto que no ve nada".

Críticas por alojar a soldados cerca de las municiones

Son muchos los rusos que consideran un grave error haber alojado a centenares de militares junto a un depósito de municiones, que estalló tras el ataque con misiles HIMARS lanzado por las tropas ucranianas, cuando los altos mandos sabían que estaban dentro del radio de alcance de esas armas de fabricación estadounidense.

El influyente bloguero militar ruso Archangel Spetznaz Z ha señalado a la ingenuidad de los altos mandos rusos. "Lo que pasó en Makiivka es horrible. ¿A quién se le ocurrió la idea de colocar un gran número de personas en un edificio en el que incluso un tonto entiende que si es atacado con artillería habrá muchos heridos o muertos?", se pregunta. "A los comandantes no podría importarles menos", añade.

En la misma línea, el corresponsal de guerra ruso Rybar, con miles de seguidores en Telegram, ha considerado "criminalmente ingenuo" que el ejército almacenara municiones junto a los dormitorios de los soldados. 

El Kremlin eleva el número de bajas

El Ministerio de Defensa de Rusia elevó este miércoles a 89 el número de soldados que murieron en el ataque ucraniano lanzado durante la noche de Nochevieja, poco después de las 00:00 horas, contra la localidad de Makiivka, en la región anexionada de Donetsk.

Esta cifra de víctimas reconocidas aumenta en más de 20 el anterior recuento admitido por el Kremlin. Sin embargo, desde las filas ucranianas aseguran que el número de víctimas mortales es muy superior y se habla de centenares de muertos.

Según el comandante de las fuerzas rusas en Ucrania, Sergei Sevryukov, cuatro misiles HIMARS impactaron contra el edificio donde se encontraban los militares rusos, lo que condujo a su destrucción. Otros dos proyectiles utilizados en el ataque "fueron interceptados", dijo.

Ante el aumento de la ira y las críticas internas, el Kremlin ha prometido tomar medidas "para evitar semejantes sucesos trágicos en el futuro" y ha dicho que castigará a los culpables en caso de que se demuestre algún tipo de negligencia.

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