La regresión hipnótica de Ana María Aldón en la Fiesta de Emma García ha hecho correr ríos de tinta. No solo porque la colaboradora rememoró algunos de los episodios más delicados de su infancia, sino porque sirvió para desvelar que se sintió sola cuando nacieron sus dos hijos, Gema y José María.
La rubia reconoció que fue difícil enfrentarse a la maternidad en ambos casos: en el primero porque tenía diecisiete años y las relaciones familiares eran tensas y en el segundo porque coincidió con la etapa en la que Ortega Cano estaba privado de libertad en la cárcel de Zuera, Zaragoza.
Aldón relató, con evidente pesar y angustia, los tiempos en los que tuvo que enfrentarse a la vida sin la ayuda de la familia del torero. Estas palabras despertaron la ira de los Ortega Cano. Están muy enfadados y molestos porque dicen que no es cierto que la dejaran a su suerte en unas circunstancias que tampoco fueron fáciles para ellos. "Que hable, que ya bastante ha destrozado nuestro apellido", contó a 20minutos, encolerizada, Mari Carmen Ortega.
La agitación es absoluta y la distancia máxima. No sería extraño que en los próximos días alguien de la familia diera un paso al frente para aclarar todo aquello con lo que se especula y cuyas versiones son totalmente contradictorias.
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