Barcelona avanza en el proceso para que el abastecimiento de productos a comercios, bares, restaurantes y domicilios de personas que compran 'online' genere menos tráfico y ruido y, por lo tanto, sea menos contaminante. La ciudad ya cuenta con nueve centros de distribución urbana de mercancías de última milla con subvención municipal, situados en siete de sus 10 distritos, explican desde el Ayuntamiento, después de que el consistorio anunciara el pasado febrero que ya se habían adjudicado.

Camiones y furgonetas de grandes plataformas logísticas que habitualmente proceden de fuera de Barcelona dejan su carga de paquetes más pequeños en estas microplataformas, que se responsabilizan de hacer el trayecto hasta el destinatario final con bicicletas, triciclos o motos eléctricas. De esta forma, se logra que los vehículos que provocan polución y son de mayores dimensiones den menos vueltas por la ciudad y tengan un menor impacto sobre la circulación por calles estrechas.

Ciutat Vella cuenta con dos de estos nueve centros –a cargo de empresas como Vanapedal, Mensakas, Trèvol o Cargobici, entre otras– y Sant Andreu, con dos más. Los otros cinco están situados en el Eixample, Gràcia, Nou Barris, Sant Martí y Sants. La intención del Ayuntamiento es extenderlos a todos los distritos de la capital catalana, explica la concejala de Movilidad, Laia Bonet.

La medida forma parte del Plan de Movilidad Urbana 2024 y de la Nueva estrategia de distribución urbana de mercancías 2030, que tiene como objetivo ordenarla y disminuir no solo la contaminación, sino también la ocupación del espacio público y la siniestralidad.

Estas microplataformas de reparto se benefician de las ayudas del programa municipal ‘Impulsem el que fas’. Este, explican fuentes del consistorio, permite subvencionar hasta el 80% del presupuesto de un proyecto para crear centros de distribución urbana de mercancías de última milla que utilicen "vehículos de cero emisiones". El tope de la ayuda es de 40.000 euros.

"La implantación de estos nuevos servicios nos permite extender una experiencia de éxito y avanzar hacia una distribución de mercancías más inteligente, más eficiente y más sostenible, llegando cada vez a más puntos de la ciudad", señala Bonet. Y añade: "La gestión de las mercancías y su reparto es uno de los puntos clave que hay que trabajar si queremos ordenar la movilidad de Barcelona y conseguir reducir la contaminación".

Un ejemplo de distribución de última milla: Vanapedal

Vanapedal es uno de los nueve centros de distribución urbana de mercancías de última milla con ayuda del Ayuntamiento que operan en la ciudad, el más antiguo. Nació en 2010 y está ubicado en la Estació de França.

El CEO de la empresa, Enric Gallifa, cuenta que están en un local municipal, por lo que no pagan alquiler, y que distribuyen por toda Barcelona con "vehículos limpios, que ocupan poco espacio". Se trata de 12 triciclos eléctricos de carga que pueden transportar hasta 180 kilos de peso. "Repartimos a más de 100 tiendas al día y a unos 250 particulares que adquieren productos por internet, sobre todo ropa, zapatos y bisutería", explica.

"Trabajamos con grandes empresas de logística y habitualmente los paquetes nos llegan desde el extrarradio o el aeropuerto", continúa Gallifa, que señala que estas compañías incluyen "políticas de sostenibilidad en sus decisiones estratégicas" y por eso les subcontratan a ellos.

Sobre la distribución de última milla, Gallifa afirma: "La tendencia es esta y no hay marcha atrás. Es una forma de transportar mercancías que se está consolidando".

Vanapedal, da a conocer el CEO, también distribuirá compras 'online' que hacen los ciudadanos a pequeños comercios de Barcelona.

La estrategia municipal 2030

La Nueva estrategia de distribución urbana de mercancías 2030, además de extender las microplataformas de última milla, también prevé incrementar las pruebas piloto de centros de reparto en los parkings municipales –hay unos 17 en marcha–. Contempla, además, aprovechar el proyecto municipal de adquisición de locales ‘Amunt persianes’ para su implantación en plantas bajas.

Asimismo, se potenciarán las franjas temporales para el reparto de mercancías por parte de vehículos de dimensiones medianas y grandes y se promoverá la ciclologística el resto de horas. También se impulsará la distribución nocturna, para lo que el consistorio facilitará la obtención de permisos.

Otra medida es la instalación de ocho lockers (taquillas inteligentes y refrigeradas) más en mercados municipales para recoger encargos 'online'. Primero se instalaron como prueba piloto en los de la Concepció, Lesseps, Provençals, Ninot, Llibertat y Sants y en los aparcamientos de B:SM de los mercados de la Boqueria, Sant Antoni, Sagrada Família y Guinardó.

Además, la estrategia municipal con horizonte 2030 prevé incrementar los puntos de recogida de compras por internet en toda la ciudad, con lo que se pretende reducir viajes de las empresas distribuidoras.

La ‘tasa Amazon’, a partir de marzo

El Ayuntamiento informó a principios de diciembre de que a partir de marzo cobrará la llamada tasa Amazon, que grabará el reparto de mercancías compradas por internet y entregadas a domicilio. Solo afectará a aquellas empresas que facturen más de un millón de euros en la ciudad.