David Beckham es una de las personalidades que no han renunciado al lujo qatarí que envuelve este año la celebración de la Copa Mundial de la FIFA. Allí el exfutbolista ha pasado casi una semana alojado en el hotel de cinco estrellas Mandarin Oriental de Doha, y su estancia no ha estado exenta de comodidades.

Así lo ha publicado el diario británico MailOnline, del Daily Mail, que ha informado sobre los lujos que Beckham ha disfrutado en los primeros días del torneo. Y es que el hotel, ubicado en el distrito de Mesheirb, ha acogido al que fuera, hasta en dos ocasiones, subcampeón del premio al Jugador Mundial de la FIFA, en una de sus suites más grandes.

En concreto, se trata de la suite Baraha View, que tiene, en el último piso del edificio, su propio comedor, un conserje privado, un patio al aire libre, piscina e incluso un gimnasio. La habitación, según ha informado el citado medio, está valorada en 20.000 libras -unos 23.000 euros-.

Beckham se marchó del hotel después de que se corriera la voz de su alojamiento, pese a que, tal y como ha contado una fuente a MailOnline, el este tuviera mucho cuidado en proteger su tranquilidad: para entrar y salir del hotel lo hacía por una habitación privada del vestíbulo.

"Al personal le encantó tenerle aquí y se refirieron a él como Sir David, porque era muy respetuoso y respetado por todos. Los otros huéspedes no le vieron mucho porque tenía una suite encantadora que es como un hotel dentro de un hotel, lo que significa que no necesitaba mezclarse con ellos", han explicado al diario británico.