El Govern se ha reunido esta tarde de lunes con representantes del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), para negociar los presupuestos pero, de momento, ha acudido a la cita en el Palau de la Generalitat como oyente. En cierto modo, está obligado a serlo, ya que el Govern de Esquerra Republicana sigue insistiendo en que sus socios prioritarios son Junts Per Catalunya y En Comú Podem, como han manifestado sus representantes a la salida del encuentro.

"Vamos a conocer cuál es el marco presupuestario sin hacer más propuestas", ha asegurado la portavoz de los socialistas catalanes, Elia Tortolero, antes de que comenzase la reunión. Y el balance ha sido exactamente ese, ya que han afirmado que la reunión ha supuesto una primera toma de contacto que valoraron de manera positiva.

Lejos de concretar, los socialistas han insistido en su predisposición para negociar de manera "sincera, responsable, realista y honesta", pero al mismo tiempo, han advertido de que "habrá que apretar mucho el acelerador para hacer posible que Cataluña pueda disponer de un nuevo Presupuesto en un plazo razonable". 

Por su parte, el Govern tiene asumido que con los cambios en la Conselleria de Economía y Hacienda tras la salida de Junts del ejecutivo, los plazos se han retrasado y previsiblemente tendrá que haber una prórroga técnica en las primeras semanas de enero. Anteriormente a la reunión, la portavoz socialista, Elia Tortolero, había lamentado la "pasividad" por parte del Govern para tener aprobados los presupuestos el 1 de enero.

La cita negociadora ha contado con la presencia de la portavoz en el Parlament, Alícia Romero, del diputado Jordi Riba y de la coordinadora del grupo, Nèlia Martínez, por parte del PSC; y de la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, y la de Economía y Hacienda, Natàlia Mas, por parte del ejecutivo de la Generalitat. 

Con esta reunión, el Govern cierra la primera ronda de reuniones con los grupos parlamentarios para lograr apoyos para las cuentas de 2023, ya que la semana pasada se reunió con En Comú Podem y luego con Junts. La CUP, que también estaba incluida en esta serie de encuentros, rechazó la invitación.

La presión sigue

A pesar de estar programada esta reunión, este lunes ha continuado la presión desde la filas de ERC sobre Junts Per Catalunya para que apruebe las cuentas. Por la mañana, la portavoz de Esquerra, Marta Vilalta, pidió a la formación de Borràs y Turull que deje tramitar los presupuestos del Govern para 2023 tal y como ya ha hecho con las cuentas de Ada Colau, y que «no se entendería» que «bloqueara» la propuesta de cuentas para la Generalitat.

En ese paralelismo entre presupuestos municipales y de la Generalitat, también entró en juego el primer teniente de alcalde del Ajuntament de Barcelona, Jaume Collboni. El ya proclamado alcaldable por el PSC en las próximas elecciones municipales, llamó a la «responsabilidad» de todas las fuerzas para aprobar presupuestos en todas las instituciones, pero descartó que haya un «intercambio de cromos». Collboni aseguró que «tiene sentido» favorecer que todas las instituciones tengan presupuestos, refiriéndose a Ajuntament, Generalitat y Gobierno central, y confió en que se imponga el «espíritu constructivo» que se da en el contexto estatal, en referencia a la voluntad negociadora de Esquerra en Madrid.

Apuesta por los comunes

Los que son considerados como seguros apoyos a las cuentas por parte de ERC son En Comú Podem. La portavoz de Esquerra, Marta Vilalta, se mostró «convencida» de que ambas formaciones se «encontrarán», ya que los comunes ya permitieron la aprobación de las cuentas de la Generalitat de 2022. 

Sin embargo, el portavoz de Catalunya en Comú, Joan Mena, ha avisado de que una "fiscalidad más justa" es una "condición indispensable" para negociar los presupuestos de la Generalitat. Sin embargo, también aseguró que no hay «ninguna negociación en marcha».

Ciutadans se abre a negociar 

La diputada de Cs Anna Grau ha asegurado este lunes que Cs está dispuesto a negociar los presupuestos de la Generalitat, pero ha dicho que al Govern "le da miedo sentarse a hacer números" con el partido naranja. "A nosotros no nos da miedo hablar de presupuestos con nadie", ha remarcado en una rueda de prensa en la sede del partido. 

Por otra parte, Grau también se ha referido a la situación vivida en el Ayuntamiento de Barcelona después de que la hasta entonces candidata a las elecciones, Luz Guilarte, abandonase la candidatura y el grupo municipal por discrepancias con los otros dos regidores. 

Luz Guilarte renuncia a ser la candidata de Cs en Barcelona en las próximas municipales y deja el acta de concejala

Grau ha dicho que de momento no tienen un nuevo candidato porque están "asumiendo y pasando el duelo". De todas maneras, ha remarcado que "el primer paso" es reconstruir la normalidad democrática" al grupo.

Según la diputada, el regidor Paco Sierra "se tomó la política y la democracia por su mano" de una forma que considera "absolutamente impropia de democracias avanzadas". Por eso, según dice, ahora están intentando "reconstruir la normalidad democrática" del grupo municipal para poder presentar "una candidatura en condiciones".

Presupuestos 

Aunque Grau ha asegurado que a Cs no les da "miedo" negociar los presupuestos con el Govern, ha lamentado que ahora mismo no están convocados a ninguna reunión sobre las cuentas. En esta línea, la diputada naranja ha señalado que antes, con Jaume Giró como conseller de Economía, había "sintonía" y "se podía hablar". "Ahora ha habido un Hiroshima político en el Govern", ha añadido, refiriéndose así a la salida de Junts del ejecutivo.

Cs critica que desde el Govern no se haya dado detalles sobre los presupuestos y han reclamado que la ciudadanía pueda conocer los números. En cualquier caso, Grau ha dicho que el grupo naranja está "dispuesto a condicionar" las cuentas.

Comparecencia de Aragonès en el Parlament 

Por otro lado, Ciutadans ha registrado una petición para que el president de la Generalitat, Pere Aragonès, comparezca en el Pleno del Parlament. En la solicitud, los naranjas especifican que quieren que el president detalle el gasto de la Generalitat dedicado a "abrir pseudo embajadas en el extranjero" y a "atraer voluntades de personas influyentes del ámbito político y mediático de otros países".