Jersón se prepara para 'la gran batalla': Rusia usa el río Dniéper como muro de defensa y vacía la ciudad ante la ofensiva ucraniana

La batalla entre fuerzas ucranianas y rusas se aproxima en Jersón.
La batalla entre fuerzas ucranianas y rusas se aproxima en Jersón.
Henar de Pedro
La batalla entre fuerzas ucranianas y rusas se aproxima en Jersón.

Cuando el tres de marzo Rusia anunció a bombo y platillo la conquista de la ciudad de Jersón, la ofensiva rusa avanzaba rápidamente por todo el territorio ucraniano. Era la primera gran victoria de la guerra y permitía a Rusia controlar la primera capital de provincia desde el inicio de la invasión. De hecho, sería la única. Ahora, esa región anexionada por la Federación Rusa mediante un referéndum solo reconocido por ellos, se encuentra en una situación completamente diferente. 

Más de siete meses después de la toma de la ciudad, las tropas ucranianas han recuperado la iniciativa militar. Están ganando terreno y la urbe se está vaciando, con el objetivo de evitar la previsible batalla urbana o, en el peor de los casos, un bombardeo masivo o el ataque con 'bomba sucia'; una posibilidad que desde hace días se ha puesto sobre la mesa, aunque todavía no haya evidencias claras que apunten a su uso en esta ciudad.

Las autoridades prorrusas están evacuando a los civiles desde hace días, haciéndolos cruzar al otro lado del río Dniéper. "Todos los civiles de Jersón deben salir inmediatamente de la ciudad. Todos los trabajadores de la administración civil deben cruzar hoy a la otra orilla del río", pidió en un comunicado la administración prorrusa, en previsión de un recrudecimiento de la ofensiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania que comenzó hace una semana.

El alcalde prorruso de Jersón, Vladimir Saldo, ha afirmado que la previsión era que entre 50.000 y 60.000 personas fueran hacia los centros ubicados en el otro lado del río, donde ya se había trasladado la administración aliada de Moscú. Para todo aquel que decidiera quedarse, estas autoridades tenían otros planes. 

Se planea el traslado de alrededor de 60,000 personas que cruzarán el río Dnipro.
Se planea el traslado de alrededor de 60,000 personas que cruzarán el río Dniéper.
Henar de Pedro

Este lunes se ha puesto en marcha una milicia en la ciudad con el objetivo de realizar una unidad semejante a las ya existentes en las autoproclamadas repúblicas independientes de Donetsk y Lugansk. "Para todos los hombres que deseen permanecer en Jersón, a pesar de la creciente amenaza a la seguridad debido a las acciones de los nacionalistas ucranianos, se ha creado una oportunidad para unirse a las unidades de defensa territorial", informó el autoproclamado Gobierno de la región.

El río Dniéper, una frontera natural difícil de sortear

El repliegue de la ciudad de Jerson se debe a múltiples factores, pero uno de los más significativos es la imposibilidad de dar apoyo logístico a las tropas rusas que están más allá del río. El puente Antonivsky, que es el acceso terrestre a la ciudad, ha sido atacado en varias ocasiones por los ucranianos, con el objetivo de aislar al Ejército ruso. Las tropas del Kremlin se repliegan a gran velocidad de algunas localidades más allá de esta frontera natural y Rusia podrían parapetarse en la otra orilla del río y usarla como muro de defensa a partir de ahora.

En la última semana la situación en la región es de constantes ataques aéreos y avances terrestres ucranianos. Solo en el último fin de semana las Fuerzas Armadas de Ucrania han afirmado haber recuperado otras diez localidades de la región de Jersón. El Ministerio de Defensa ha confirmado dichas informaciones y ha situado el total de zonas "liberadas" en 90, lo que afecta a "más de 12.000 personas que viven en estas áreas".

El Ejército ucraniano se encuentra a escasos kilómetros del aeropuerto de la ciudad, y podría convertirse en uno de los primeros objetivos cuando se ponga en marcha la ofensiva para tomar la ciudad. Algo que es posible que suceda en los próximos días, a medida que cierren el cerco por el norte. El Mando Sur de Ucrania cree que Rusia dejará unos 2.000 hombres recién movilizados y poco entrenados al cargo de las líneas de defensa y continuará atacando las posiciones ucranianas para cubrir la retirada de las tropas a través del río.

En la capital provincial, parte de los soldados rusos se quedará en la ciudad en preparación de "batallas urbanas", según el Estado Mayor ucraniano. Además, el Centro Nacional de Resistencia de Ucrania asegura que las tropas rusas están "desmantelando los equipos de telecomunicaciones" en un intento de impedir que la resistencia en Jersón comparta información. Por tanto, las autoridades ucranianas han pedido a los civiles que se trasladen a territorio controlado por Kiev. 

La central hidroeléctrica de Kajovka y la 'bomba sucia'

Más allá de la ciudad, a varios kilómetros de la ciudad de Jersón, los servicios de Inteligencia ucranianos han alertado de que el ejército ruso ha minado la presa y la central hidroeléctrica de Kajovka; una infraestructura crítica construida por la Unión Soviética en 1956, que embalsa una superficie de agua de 2.155 kilómetros cuadrados.

El presidente Zelenski ha alertado a la comunidad internacional de que la destrucción de esa presa provocaría "un desastre a gran escala". Medios locales han asegurado que la voladura de la presa liberaría 18 millones de metros cúbicos de agua, inundando miles de hectáreas y hasta 80 localidades, afectando incluso a la capital.

Ucrania teme un ataque contra la presa de Kajovka.
Ucrania teme un ataque contra la presa de Kajovka.
Henar de Pedro

En ese contexto de ofensiva ucraniana y evacuación por parte de Rusia, ha aparecido en los últimos días un nuevo término: 'bomba sucia'; un explosivo no atómico, pero sí radioactivo. El ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu, llamó este fin de semana a sus homólogos de Francia, Turquía y Reino Unido para advertir de que Ucrania iba a usar este arma.

Sin embargo, rápidamente la respuesta tanto de Ucrania como de la comunidad internacional fue la misma: negarlo. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, confirmó este lunes que Moscú ya ha dado "los pasos necesarios" para plantear este asunto ante los organismos internacionales. Al tiempo, Ucrania ya ha recibido al Organismo Internacional de la Energía Atómica a visitará las instalaciones nucleares para desmentir las acusaciones.

El ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, dijo haber coincidió con el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, en que "la campaña de desinformación de Rusia sobre la 'bomba sucia' podría tener como objetivo crear un pretexto para una operación de falsa bandera". 

Las opciones en Jersón no son halagüeñas y las posibilidades de que se convierta en el nuevo punto negro de la guerra aumentan con las horas.

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