El rey Felipe VI ha presidido este jueves la inauguración de la 60 edición del Salón Náutico Internacional de Barcelona sin la presencia de consellers del Govern ni de la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, y ha recorrido el Port Vell en la primera ocasión en que acude a este certamen como jefe del Estado.

El monarca ha conocido de primera mano las novedades del salón, que se abrió ya ayer al público, acompañado por la ministra de Transportes, Raquel Sánchez; la delegada del Gobierno en Cataluña, Maria Eugènia Gay; el primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni; el jefe de la oposición en el Parlament, Salvador Illa (PSC), y el presidente del Puerto de Barcelona, Damià Calvent, entre otras autoridades.

El rey Felipe llega a la cena del Mobile y no le reciben ni Aragonès ni Colau

Pocos días después de la remodelación del ejecutivo catalán, obligada por la salida de Junts, la Generalitat ha delegado su máxima representación en el secretario general de Territori, Joan Jaume Oms, un hombre de ERC que ha sustituido en este cargo a Ricard Font.

Además, han acudido al acto, por parte de la Generalitat, el secretario de Movilidad, Isidre Gavín, y la directora general de Movilidad, Mercè Rius.

Esta es la primera ocasión en que Felipe VI acude al salón náutico como jefe de Estado, ya que en el pasado lo había hecho como príncipe.

La sesenta edición del Salón Náutico pone el foco en la navegación más sostenible, la promoción de la próxima edición de la Copa América, que tendrá lugar en 2024 en la capital catalana, y en el recuerdo a la marina tradicional, con la exhibición de barcos que se pueden visitar.

Precisamente, el estand de los organizadores de la Copa América ha sido uno de los primeros que ha visitado Felipe VI, que se ha interesado por los preparativos del campeonato.

Justo antes, se ha acercado al stand del Port de Barcelona, donde ha entablado un corta conversación con Damià Calvet, miembro de Junts y que acaba de poner su cargo a disposición del presidente catalán, Pere Aragonès.

El salón, que permanecerá abierto hasta el próximo domingo, cuenta con la mayor muestra flotante de las últimas ediciones, ya que se ha sumado a los espacios habituales del certamen los muelles de la Fusta, España y Marina Port Vell como espacio de exposición.

Organizado por Fira de Barcelona en colaboración con la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN), el salón ocupa unos 21.000 metros cuadrados y reúne a 280 expositores y más de 700 embarcaciones, 182 de ellas en el agua, entre las que hay 28 catamaranes y 14 candidatos a mejor barco europeo del año.

El periplo por el Port Vell ha finalizado una hora y media después de iniciarse el recorrido con un almuerzo compartido con una treintena de empresarios y representantes del sector náutico español.

En este 2022, y hasta el mes de agosto, se han matriculado en España un total de 4.925 embarcaciones de recreo frente a las 5.943 matriculadas en el mismo período de 2021, lo que representa un descenso del 17 por ciento.