OPINIÓN

La peor banana, ¿para quién?

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, explica la subida histórica de tipos a los periodistas.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde.
RONALD WITTEK / EFE
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, explica la subida histórica de tipos a los periodistas.

El 2022 será difícil para Europa y el 2023 será aún mucho peor. La crisis energética nos abocará a una recesión. Este es el último pronóstico del FMI, que en sus Perspectivas para la Economía Mundial, ya sin paños calientes, llama a las cosas por su nombre.

No hace ni medio año en el foro económico de Davos, la directora del FMI y la presidenta del BCE pasaban de puntillas a la hora de presagiar una regresión económica, teniendo en cuenta aquello de que el miedo es uno los peores enemigos de la economía y que tampoco estaban muy seguras de ello. En ese foro, el multimillonario David Rubenstein lo explicaba claro: si la guerra se alarga habrá recesión, aunque es mejor emplear un eufemismo. 

Así, recordó los tiempos del expresidente Jimmy Carter cuando ordenaba a sus asesores que, en lugar de advertir a los electores de que EEUU entraba en recesión, les explicara que estaban en peligro de recoger la peor banana en 45 años. Ahora, pasados unos meses desde aquel foro, el FMI ya no se molesta en guardar cautela y hasta el CEO de JP Morgan, el mayor banco de EEUU, avisa del riesgo de recesión mundial: "Esto es muy serio".

El peligro nos acecha aunque, como siempre, a unos más que a otros. El ministro de Economía francés acaba de evidenciar una cuestión que en la UE todos pensaban pero que hasta ahora nadie se había atrevido a airear: el fortalecimiento de la economía de EEUU en detrimento de la de la UE. "No podemos aceptar que nuestros socios estadounidenses vendan el gas natural licuado cuatro veces más caro que al [precio] que se lo venden a sus industrias", advirtió. Y esta es la clave. Recesión, veremos. Pero, ¿quién se lleva la peor banana? Europa, sin duda.

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