Los cortes de internet tras las protestas por la muerte de Mahsa Amini podrían costarle a Irán 9 millones de puestos de trabajo

Activistas manifestándose en contra del régimen iraní por la muerte de Mahsa Amini
Activistas manifestándose en contra del régimen iraní por la muerte de Mahsa Amini
EFE
Activistas manifestándose en contra del régimen iraní por la muerte de Mahsa Amini

Las restricciones y cortes de internet con los que el Gobierno iraní está tratando de detener las protestas por la muerte de Mahsa Amini le pueden costar al país nueve millones de puestos de trabajo, de acuerdo con la Cámara de Comercio de Irán.

"Cada hora de cortes de internet suponen unas pérdidas económicas de 1,5 millones de dólares", dijo el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Irán, Hossein Salahvarzi, según recoge este martes el medio Iran Front Page.

"Esto pone en peligro nueve millones de puestos de trabajo en Irán", indicó la fuente.

Los servicios de internet fijo y móvil sufren restricciones y cortes a causa de las protestas desatadas por la muerte el 16 de septiembre de Amini, tras ser detenida por la Policía de la moral por llevar mal el velo, uno de los símbolos de la República Islámica.

El Gobierno iraní además bloqueó las aplicaciones de Whatsapp e Instagram, las únicas que no estaban censuradas en el país, en un intento por controlar las protestas que se encuentran ya en su cuarta semana.

Irán vive una crisis económica con una inflación en torno al 40% y en abril el precio de un gran número de productos básicos, entre ellos el pan, se multiplicó por tres, lo que provocó protestas.

Salahvarzi afirmó que si persiste la situación actual podría acelerarse la "fuga" de miembros de las "élites" económicas y "startups".

Ahora, las restricciones además están golpeando a las pequeñas y medianas empresas, que usaban Instagram como escaparate de sus servicios o punto de contacto con sus clientes. 

Hay restaurantes que incluso ofrecían el menú en Instagram, y cuando no era así, estaban accesibles a través de códigos QR, que se popularizaron durante la pandemia del Covid-19.

"No tenemos menú porque no hay internet", explicó recientemente el encargado de un restaurante.

"Sin internet los códigos QR no funcionan y no tenemos los menús en papel", indicó, en un pequeño ejemplo de las consecuencias de los cortes de servicios de internet.

Las protestas han ido mutando desde grandes movilizaciones con mujeres quemando velos fuertemente reprimidas por las fuerzas de seguridad, a las universidades e incluso a colegios en los que las niñas se quitan los velos.

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