El magistrado Grande-Marlaska se muestra optimista sobre la desaparición de ETA

  • La banda vive una situación de debilidad, aunque pueda actuar, dice.
  • La sociedad vasca tardará en reponerse de la violencia de ETA.
  • "Prefiero la permisividad con las drogas que el prohibicionismo".
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, en su despacho.
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, en su despacho.
JORGE PARÍS
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, en su despacho.

El magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska se muestra optimista sobre la desaparición de ETA, aunque cree que su final "no traerá una Euskadi normalizada". Por otra parte, cree "innecesario" un endurecimiento de las penas en los delitos de terrorismo.

En una entrevista al diario El Correo afirma que la banda armada se encuentra en "una situación de debilidad importante", no sólo por los últimos golpes, sino por todas las operaciones que se han desarrollado desde hace más de una década y, "de manera especial", por la "estrecha" colaboración con las autoridades francesas.

"Podemos decir que en este campo estamos ante un único Estado que, con todos sus resortes, lucha contra el terrorismo de forma conjunta, por explicarlo de una forma gráfica. Pero la debilidad de ETA no es sólo operativa. La banda también sufre una sensible pérdida de apoyos sociales, lo que no quiere decir que no tenga capacidad de acción. Buena prueba de ello es la tonelada de explosivos que se ha encontrado estos días en Francia, además de las armas o las bombas lapas", añade.

Llevará tiempo recuperarse

Grande-Marlaska se muestra "optimista" sobre el final de ETA y señala que la capacidad operativa de ETA ha disminuido "de forma importante" en los últimos diez años. En este sentido, asegura que, desde ese punto de vista" "sí que podremos ver su fin, como vemos el fin de los GRAPO, una organización reducida al mínimo aunque a veces pueda cometer una acción delictiva".

Sin embargo, cree que lo que no se verá es una sociedad "suficientemente restablecida". A su juicio, eso "tardará bastante, muchos años".

"ETA ha afectado a toda España, pero de forma particular a los ciudadanos vascos y navarros. Son personas que han visto el terrorismo y lo han mamado. Ha afectado a su vida, a su forma de comportarse, a la sensibilidad social. Ha habido generaciones que han nacido con el fenómeno terrorista. Y lleva tiempo recuperarse de eso. A una sociedad no le puede pasar inadvertida esa realidad. Aunque se acabe la violencia, habrá secuelas", añade.

Endurecimiento de condenas

No obstante, cree que todo lo relativo a la parte de la sociedad que ensalza a quienes comenten asesinatos "terminará cuando acabe la propia violencia". Grande-Marlaska asegura que, si no hay violencia no habrá personas que, "por razones difícilmente comprensibles", puedan justificar esos crímenes.

"Yo me refiero a los ciudadanos que, al desaparecer el miedo, deberían poder volver a manifestarse libremente. Volver a vivir en libertad. La libertad es un derecho consustancial de la persona; pero, cuando no lo has desarrollado en tu devenir vital, imagino que será complicado hacerlo. Nos costará y nos cuesta", apunta.

En relación al debate sobre el endurecimiento de las penas a los terroristas, afirma que, tal y como es la realidad penal española actual, la respuesta a los delitos de terrorismo "ya es suficiente". Grande-Marlaska asegura que no se puede olvidar que los delitos graves tienen una condena de 40 años y que existe un cumplimiento íntegro de las penas. "Analicemos la edad de un condenado por estos casos y veamos cuál es su proyecto vital", añade.

Objetivo de la banda ETA

Ante las palabras del ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunciando la posibilidad de que la izquierda abertzale que apoya a ETA intente buscar un subterfugio para condenar la violencia con el único objetivo de superar la ilegalización, indica que no se pronuncia sobre este tema porque "cualquier día podría tener que ver con el asunto".

Por otra parte, ante el hecho de que el año pasado la Guardia Civil desmantelara un comando que pretendía matarle en Ezcaray, indica que su vida no ha cambiado "para nada" desde entonces y señala que no le sorprendió porque, mientras estaba en Bilbao, su nombre ya apareció en otro comando y estando en la Audiencia Nacional, llevando casos de terrorismo, "es bastante razonable tener alguna papeleta".

Por otra parte, en una entrevista concedida al diario Público el superjuez de la Audiencia Nacional dice que de pequeño soñaba con ser "trotamundos", afirma que quiere tener hijos junto a su marido Gorka y asegura que prefiere "la permisividad con las drogas que el prohibicionismo".

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