La relación entre Alberto de Mónaco y su esposa, la princesa Charlène, siempre ha estado en entredicho. A pesar de que es inhabitual entre la realeza los gestos de cariño en público, en esta pareja siempre ha rondado la idea que esa falta de afectividad es mucho más acentuada.

Sin embargo, la pareja se ha mostrado muy cariñosa en un acto oficial donde llegaron juntos, algo que también suele ser poco común en ellos. La complicidad que mostraron ha sido precisamente lo que más ha llamado la atención de los asistentes.

Los príncipes colocaron juntos la primera piedra del futuro refugio de la Sociedad para la Protección de Animales (SPA) de Mónaco, que está situado en la comuna de Peille. Este será entregado a finales de 2023 y hará posible el recibimiento de animales en apuros.

Su compromiso con esta causa animal ha hecho que sea Charlène la presidenta de la asociación. Este es solo un paso más en su responsabilidad con ello, puesto que ya ha participado en más actos.

En uno de ellos, que tuvo lugar en la primavera de 2021, la princesa sufrió una grave infección que le obligó a mantenerse alejada de la vida pública durante casi un año.

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Durante todo ese tiempo los rumores de crisis del matrimonio crecieron, pero poco a poco va soltándose públicamente con su marido. Incluso el pasado verano celebraron su aniversario de boda junto a sus hijos posando en los jardines del palacio Grimaldi.