El valor nominal de una moneda o un billete es el que tiene a efectos legales. Pero no es el único tipo. También existe el valor intrínseco (el que tiene en el mercado el metal en el que está fabricada la moneda), y uno más: el valor de mercado.

Este último corresponde al valor que tiene una moneda en el mercado numismático, y que viene marcado por diferentes factores, tales como la oferta y la demanda, el material de fabricación o la rareza de un modelo.

Un factor que suele multiplicar el precio de las monedas en el mercado numismático es el de los errores de acuñación. Por su particularidad y porque suele haber pocos ejemplares, las monedas defectuosas de fábrica suelen ser un objeto muy codiciado por los coleccionistas.

Es el caso de una moneda de 2 euros, que fue acuñada en 2009 para conmemorar el aniversario de la Unión Económica y Monetaria. De esta moneda se lanzaron varias versiones, en función del país.

La tirada fue muy pequeña, de tres millones de monedas, lo que ya de por sí les otorga un valor especial. Pero lo que realmente las convierte en objeto de coleccionismo es que de esa tirada, varias monedas salieron de fábrica con unas estrellas mayores de lo normal, debido a un fallo en la máquina de troquelar.

Estas monedas con estrellas de diferente tamaño al habitual pueden alcanzar un precio de miles de euros, tal y como recoge en un reportaje Onda Cero, si bien se recomienda consultar con un experto en numismática si somos uno de los afortunados poseedores de este raro ejemplar.