El goteo de informaciones sobre la crisis de pareja que arrastran Ana María Aldón y José Ortega Cano retrata cada vez más el que sería el final de una historia de amor que ya no tendría arreglo. Los últimos detalles sobre la complicada situación los aportó Diez Minutos este miércoles.

Según la revista, ambos llevan enfrentándose a una crisis sentimental y económica que podría derivar en una separación legal entre el torero y la colaboradora de televisión.

En medio de la tensión que le provocan el revuelo mediático y la actitud de su mujer, el diestro estaría haciendo todo lo posible por remendar los errores del pasado. Sin embargo, la crisis parece no tener solución, ya que estarían tomando cada vez más distancia de cara al futuro. El citado medio cuenta que están en stand by, y que la diseñadora ya busca casa en Madrid para tener un lugar donde vivir si el matrimonio se rompe.

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La situación habría empeorado después de que el torero se enfadara públicamente con ella y Gloria Camila por incluirlo en su distanciamiento. De hecho, la finalista de Supervivientes se habría marchado con su hijo diez días después al ático que el torero tiene en Costa Ballena.

Además, la crisis emocional se suma a la monetaria. La diseñadora está preocupada por el porvenir de su hijo debido a la inestabilidad económica de Ortega Cano, que de los cerca de 12 euros que poseía en su patrimonio inmobiliario, ahora solo conserva dos viviendas, una finca y dos locales.

La tertuliana de Mediaset, que frente a esta situación se ha destapado como una máquina de facturar dinero, ha tenido que recurrir a ayuda psicológica al no poder soportar la presión que le producen la incertidumbre, la decepción y la distancia con el torero y su familia.