Molino de Pez: puchero, parrilla y producto

La parrilla tiene un gran protagonismo en Molino de Pez.
La parrilla tiene un gran protagonismo en Molino de Pez.
Isolda Delgado Mora
La parrilla tiene un gran protagonismo en Molino de Pez.

Frente a eso de buscar las tres 'B' en un restaurante (bueno, bonito y barato), en Molino de Pez abanderan las tres 'P': puchero, parrilla y producto. Buenos pilares para una casa de comidas que ha abierto recientemente en el Eixample (Còrsega, 346) y que llega con unas magníficas credenciales, porque tras este proyecto está la familia La Ancha (Fismuler, Armando...)

Así que resulta fácil sentarse a la mesa con la sensación de que el éxito está asegurado, aunque estemos todavía en las primeras semanas de rodaje del restaurante. De hecho, es viernes mediodía, el restaurante está prácticamente llena y, teniendo en cuenta cómo está el tema laboral en hostelería, sorprende la cantidad de personal trabajando en cocina y sala.

Cocina abierta, parrilla al fondo y mesas con manteles.
Cocina abierta, parrilla al fondo y mesas con manteles.
Isolda Delgado Mora

Manteles en la mesa, vajilla blanca, parrilla, fuego y troncos en la cocina vista, una barra que aporta un toque más informal y, en resumen, una sala acogedora, abierta, con un toque elegante conforman lo que sus responsables describen como "un caserío urbano".

Esa filosofía se traduce en una carta amplia y en la que Nino Redruello, Patxi Zumarraga y Jaime Santianes no se han andado con tonterías: platos clásicos, mucho guiso y cuchara, y una brasa por la que pasar carnes y pescados.

Sus famosas lentejas estofadas con codillo ibérico -tentadoras pese al calor en Barcelona-, callos a la madrileña, tortilla guisada con almejas, cola de merluza, o lomo de vaca son algunas de las estrellas ahora mismo de la carta de Molino de Pez. Aunque la temporada marcará entradas y salidas, parece claro que habrá clásicos fijos con los que reencontrarse en cada visita.

Ensaladilla rusa
Ensaladilla rusa
Isolda Delgado Mora

Muy rica la ensalada de patatas y lubina,  las albóndigas servidas con patatas fritas caseras cortadas en pequeños cubos, o la raya rebozada y servida con salsa tártara. 

La menestra de color verde intenso y muy fina nos dejó un poco descolocados, esperábamos un guiso más clásico en línea con el resto de platos. Sensacional también el borriquete a la parrilla, uno de los pescados que se ofrecen junto a piezas como el rape de tripa negra, el lenguado o las kokotxas de salmón.

Algunos de los platos que probamos en Molino de Pez
Algunos de los platos que probamos en Molino de Pez
Iker Morán

Mención especial al trabajo en sala, cercano, eficaz y atento. Servir a cada comensal es parte del ADN de la casa, nos cuentan, lo que liga con esa reivindicación de lo clásico entendido como sencillo y acogedor.

A la hora de los postres, pedir el babá caliente con nata permitirá comprobar de nuevo ese trabajo de sala, aunque uno siempre puede decantarse por otros clásicos, como el soufflé Alaska -hay que encargarlo antes- o la siempre rica tarta de queso de Fismuler, elaborada con Idiazabal.

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