La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha reiterado este jueves que no dimitirá, después de que se haya hecho público el escrito de la Fiscalía que pide para ella seis años de cárcel, 21 de inhabilitación y una multa de 146.000 euros por adjudicar presuntamente a dedo a un amigo 18 contratos menores cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC). "Me sublevo y me indigno porque no soy culpable de lo que se me acusa. Hice mi trabajo y lo hice muy bien hecho", ha dicho, y ha asegurado que piensa "continuar luchando hasta la extenuación" para demostrar su "inocencia". "Parece que hay quien aún no lo ha entendido. No dimitiré de mi cargo", ha afirmado.

Borràs ha hecho estas declaraciones en rueda de prensa desde la sede de Junts, acompañada por el secretario general del partido, Jordi Turull. También ha dicho, después de que ERC le haya pedido valorar dar "un paso al lado" si se le abre juicio oral, que "la presunción de inocencia tendría que ser sagrada, porque la de culpabilidad es especialmente malévola". "Pido que nadie me condene antes de haber sido juzgada", ha añadido, y en un mensaje velado a ERC y la CUP, ha reclamado que no haya "cómplices" de su "condena política".

En este sentido, ha lamentado que durante "cuatro años" se le haya puesto "la etiqueta de corrupta, de ladrona" y finalmente la Fiscalía la haya acusado solo de los delitos de prevaricación y falsedad en documento mercantil, y no de los de fraude y malversación de fondos públicos. "No seré enjuiciada por estos delitos, pero el daño ya está hecho", ha dicho, y ha criticado a las "personas que con demasiada ligereza y frivolidad han dado por buenas acusaciones que ni la misma Fiscalía" ha considerado oportunas. "¿Hasta qué punto estamos anestesiados si hay quien está dispuesto a renunciar al derecho a la presunción de inocencia?", se ha preguntado.

Borràs también ha señalado que el independentismo vive inmerso en un "contexto de represión" y que "el Estado" utiliza "métodos antidemocráticos para conseguir apartar a rivales políticos". Ha añadido que "no hay una democracia plena" y que "humanamente es una forma de terror psicológico lo que pretenden infligir". 

Por otro lado, la presidenta del Parlament ha lamentado la "desproporción de las penas" que la Fiscalía pide para ella, y ha afirmado que esta explica por qué habla de "persecución política".

Borràs ha mostrado su "agradecimiento" a todas las personas que han creído en su inocencia, entre ellas, sus compañeros de Junts y su familia, que es la que más le "quiere" y "la que más sufre", ha afirmado. "Es un sufrimiento injusto, pero su apoyo es el que me permite salir adelante", ha dicho. 

La presidenta del Parlament ha dicho no sentirse interpelada por el artículo 25.4 del reglamento del Parlament, ya que dice no haber cometido "ningún delito de corrupción ni de ningún tipo". En las últimas semanas, ha defendido la supresión de este artículo, que reza que se debe suspender a los diputados a los que se ha abierto un juicio oral por delitos vinculados a la corrupción, porque "presenta un problema democrático".

"Espero que los compañeros que tengo en la mesa sepan perfectamente qué es lo que tienen que hacer", ha afirmado Borràs al respecto.

También ha apuntado que no ha recibido personalmente ni por parte de sus abogados la notificación de la Fiscalía, que se ha hecho pública minutos antes de que participase en la toma de posesión de Esther Giménez-Salinas como nueva Síndica de Greuges, un acto al que ha asistido el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.

Turull hace un llamamiento al independentismo

Por su parte, Turull ha llamado "a las fuerzas independentistas a respetar la presunción de inocencia" y "no seguir el juego a las cloacas del Estado para destruir el independentismo". "Quiero pensar que no irán más allá de lo que ha ido la Fiscalía", ha señalado. 

Ha afirmado, asimismo, que "no hay un palmo de limpio en muchos estamentos judiciales y policiales" y que estamos en un "momento de emergencia democrática". 

También ha mostrado a Borràs el "apoyo total" de Junts y ha dicho que "la mayor dignidad del Parlament es hacer valer que en el Parlament estén las personas a las que han validado los ciudadanos".