Ciencia

La inmunidad híbrida frente a la covid, cuestionada por las reinfecciones: "El 'pecado antigénico original' es un obstáculo"

Células B productoras de anticuerpos (verde) y anticuerpo liberador (marrón).
WALTER AND ELIZA HALL INSTITUTE

Hace tiempo que los epidemiólogos explicaron que había que desterrar la idea de que en algún momento alcanzaríamos la inmunidad de grupo que nos llevaría a superar la pandemia de covid-19. Con el nuevo coronavirus se ha visto que "ya no tiene sentido". Esta nueva oleada de transmisión, séptima u octava según a quién preguntes -contarlas quizá también pierda sentido-, el abundante número de reinfecciones (personas que se han contagiado por, como mínimo, segunda vez) ha llevado a algunos especialistas a comenzar a plantearse el papel de la inmunidad híbrida, que es aquella que se adquiere tras vacunarse e infectarse. La duración y la protección de la inmunidad siguen siendo objeto de estudio.

Por la experiencia en veterinaria con coronavirus en animales, estos virus son "poco inmunógenos", es decir, inducen una inmunidad que dura poco tiempo. Prueba de ello es que enfermedades como la bronquitis infecciosa aviar, causada por un coronavirus que infecta a las aves, no se ha logrado aún resolver a pesar de que la comunidad científica lleva 40 años utilizando distintos tipos de vacunas vivas atenuadas. Así lo explica el epidemiólogo y doctor en microbiología veterinaria, José Poveda. "Utilizan una estrategia 'rápidamente dentro, rápidamente fuera', buscan replicarse sin despertar las defensas orgánicas, pero en aquellos sujetos en los que encuentra un factor de riesgo, les causa daño", señala el también profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. 

Otro factor que están complicando el trabajo de los inmunólogos es la velocidad a la que están apareciendo nuevas variantes. Matilde Cañelles, científica del CSIC, defiende que "como el virus está mutando tan deprisa, habría que seguir haciendo estudios para reexaminar la inmunidad híbrida y ver si ha habido algún cambio. Por los estudios vistos hasta el momento, ha funcionado. Ahora mismo no se puede decir que no esté funcionando, pero como está habiendo tantas reinfecciones, quizá habría que hacer nuevos estudios con personas vacunadas que hayan pasado ómicron y que hayan pasado variantes anteriores".

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su último informe sobre seroprevalencia e inmunidad híbrida, publicado en el mes de junio, admite que hay "importantes lagunas en el entendimiento actual" del papel de la inmunidad híbrida ante las nuevas subvariantes BA.4 y BA.5 de ómicron, que están causando reinfecciones incluso en personas que ya se contagiaron entre finales de 2021 y principios de 2022 con ómicron original BA.1.

"La inmunidad híbrida está siendo muy efectiva a la hora de controlar enfermedad"

El organismo reconoce que "la duración de la protección inducida por la inmunidad híbrida aún no ha sido determinada, particularmente la inducida por las infecciones por ómicron". La OMS agrega que la calidad y la duración de la inmunidad híbrida puede variar en función de la edad, las condiciones médicas, el tiempo transcurrido entre las diferentes dosis de vacunas y el pasado entre la vacunación y la infección, factores que "deberían estudiarse para saber mejor cuándo y cómo administrar dosis de refuerzo y optimizar las estrategias de vacunación", concluyen las autoridades sanitarias.

Por su parte, el presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), Marcos López Hoyos, opina que "la inmunidad híbrida está siendo muy efectiva a la hora de controlar enfermedad. Además, es una inmunidad más duradera que la de las vacunas solas". Así lo sostiene también un reciente estudio publicado en The New England Journal of Medicine en el que se observó que la inmunidad híbrida inducida por una infección previa y la vacunación de refuerzo reciente confirió la mayor protección contra la infección (aproximadamente un 80%) por las variantes BA.1 y BA.2. Con todo, la protección contra la enfermedad grave y la muerte por estos linajes de ómicron seguía siendo robusta (entre el 73 y el 100%) tanto después de haberse vacunado como después de haber pasado la enfermedad.

El "pecado antigénico original"

Sin embargo, el doctor Poveda expone que, "a la vista de los resultados, lo que se esperaba de la inmunidad híbrida no ha sido tal porque las personas vacunadas con tres dosis que pasaron ómicron, BA.1 e incluso BA.2, están siendo afectados por BA.4 y BA.5".

En su opinión, "muchos científicos han utilizado conocimientos teóricos de cómo funcionan los procesos inmunológicos ante la presentación de otros microorganismos para tratar de explicar lo que nos iba a ocurrir, fue una aprehensión teórica que realmente no se ha cumplido. Estos coronavirus nos rompen los esquemas". 

Poveda menciona "el pecado antigénico original", un concepto mencionado en 1960 por el virólogo y epidemiólogo estadounidense Thomas Francis para referirse a la huella inmunológica generada tras el primer contacto con un agente etiológico, de forma que la respuesta va a estar dirigida frente a los antígenos de ese agente (o frente a los antígenos que se presentaron en la vacuna) y será más reducida tras una segunda exposición a una variedad antigénica distinta del mismo virus. "Esto es lo que se llama pereza inmunológica y es un hándicap para la protección efectiva", advierte. "Es un proceso que se presenta con los coronavirus, es la pereza inmunológica para que el organismo responda a las nuevas variantes".

Datos para el optimismo

Cañelles, que también recuerda que "la inmunidad de los coronavirus no es muy duradera, según lo visto con animales", explica que por el momento no se ha podido estudiar si haber pasado una variante protege frente a reinfección por esa misma cepa, dado que el virus está evolucionando muy rápido y no ha dado tiempo. La inmunóloga abunda que hay estudios previos al inicio de la pandemia en los que ya se observó que "las personas infectadas por los coronavirus que causan catarro común se pueden volver a reinfectar con el mismo virus en el plazo de un año", lo cual confirmaría la inmunidad a corto plazo que inducen este tipo de virus. 

Con todo, hay razones para ser optimistas -como se define el doctor Poveda-. Y es que, cada infección "refuerza" la memoria inmunológica. Según explica Cañelles, las células B, que son las que producen los anticuerpos, interaccionan con las células T para crear la memoria inmunológica, que es la que protege a largo plazo frente a la enfermedad grave y el fallecimiento. La prueba es que "está habiendo gente que se ha infectado con esta nueva variante y ni se ha enterado". Si bien también es cierto que "a otros les está dando más fuerte. Esto es un reflejo de la diferencia inmunológica que tenemos todos".

Otro dato en el que se fija Cañelles es el número de fallecimientos, que ha ido disminuyendo considerablemente en proporción al número de contagios. Asimismo, la letalidad del SARS-CoV-2 ha ido decayendo, pasando de un 12% inicial a entre un 3 y un 1% actual.