La alerta de una sobrina a la Policia Local de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) ha permitido detener al marido de su tía, que vive en Francia, por maltrato. Según explica este jueves 'El Periòdico', la sobrina llamó al servicio contra la violencia machista de la policía local de su ciudad para alertar de que tenía conocimiento de maltratos a su tía y les hizo llegar un vídeo en el que se veía a la mujer con moratones en el cuerpo.

La agente que la atendió explica que en los vídeos se veía a la mujer muy angustiada y con el cuerpo lleno de morados y de heridas. La Policia Local de Sant Feliu de Llobregat se puso en contacto con los Mossos d'Esquadra, que pasaron la información a la policía francesa para que pudiesen localizar y detener al hombre.

La sobrina decidió ponerse en contacto con la Policia Local de Sant Feliu porque llevaba días sin poder contactar con su tía. El marido de la víctima había descubierto mensajes de la sobrina en los que la animaba a acudir a la policía a denunciar los hechos. Por eso, había obligado a la mujer a cortar la comunicación con ella y la había atemorizado asegurando que, teniendo en cuenta su condición de inmigrante irregular en Francia, perdería la custodia de los hijos.

La sobrina acabó dando el paso después de recibir un vídeo, que la tía le pudo enviar aprovechando un descuido de su pareja, en el que la tía pedía auxilio y donde se le veían los moratones. La hija de la mujer aparecía en el vídeo señalando estos morados y diciendo 'papa', según relata la agente al diari.

La sobrina acabó dando el paso después de recibir un vídeo, que la tía le pudo enviar aprovechando un descuido de su pareja, en el que la tía pedía auxilio y donde se le veían los moratones y las heridas por el cuerpo

La agente se puso en contacto con los Servicios Sociales de Sant Feliu de Llobregat y encontraron el nombre completo del hombre, ya que había vivido en esta población anteriormente y había sido atendido por los Servicios Sociales. 

Posteriormente, fueron a los Mossos d'Esquadra, que enviaron toda la información a la policía francesa. Esta pudo localizar el domicilio en el que vivía la mujer y detuvieron al hombre. El agresor fue juzgado a los pocos días y ha sido condenado a dos años de prisión, según ha explicado la agente. El caso, no obstante, sigue abierto para investigar si los hijos también sufrieron maltratos.