A pesar de que Barcelona estrenó en marzo el nuevo sistema de recogida de basuras, las quejas de los vecinos por el desbordamiento de basura alrededor de los contenedores no cesan.  

El nuevo contrato de limpieza de la ciudad, que entró en funcionamiento hace dos meses, es el más importante del Ayuntamiento en inversión en este ámbito y ha comportado un incremento del personal, de los vehículos eléctricos y del ritmo de trabajo. 

El contrato, que tendrá una duración de ocho años, tiene un coste total de 2.300 millones de euros, lo que supone un gasto en limpieza vial de hasta 122 euros anuales por habitante, el más elevado de España. Ha supuesto además la sustitución de los 25.200 contenedores de la ciudad por otros con un nuevo diseño -más bajos y adaptados a cada calle- pero que no absorben el volumen de residuos que se generan en Barcelona. 

Ante esta situación, el regidor de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badía, ha reconocido que "es cierto que se están produciendo desbordamientos" en algunos de los nuevos contenedores de recogida de basuras de Barcelona.

El regidor ha considerado que esta situación puede ser "normal" durante "los tres primeros meses de puesta en funcionamiento y despliegue de la nueva contrata" y que en dos o tres semanas el problema se prevé haber solucionado. 

En este sentido, desde el Ayuntamiento de Barcelona han asegurado a 20minutos que "ya se están realizando los cambios, reforzando el servicio y colocando nuevos contenedores en los lugares donde se detectan mejoras a hacer." 

Además, las protestas se multiplican estos días debido a las elevadas temperaturas en la ciudad, en una semana en la que Barcelona va camino del mayo más cálido de la historia. Sobre la posibilidad de que se incremente la frecuencia de recogida, aseguran desde el ayuntamiento que "no es necesario" porque con la frecuencia de recogida actual "los residuos están poco tiempo en los contenedores". 

El contrato de limpieza de Barcelona, que tendrá una duración de ocho años, tiene un coste total de 2.300 millones de euros, lo que supone un gasto en limpieza vial de hasta 122 euros anuales por habitante, el más elevado de España.