La Conferencia sobre el Futuro de Europa (CoFoE) es la primera piedra en la construcción de una nueva Unión Europea. Y así lo ve el Parlamento Europeo, que ha aprobado este miércoles una resolución sobre el seguimiento de las conclusiones de la CoFoE en la que llama a una revisión de los Tratados para incorporar todas las ideas.

La Eurocámara reconoce que las "propuestas ambiciosas y constructivas" que surgieron de la Conferencia requieren cambios en los Tratados, por ejemplo sobre una UE más simple, más transparente, más responsable y más democrática. Para ello, pide a la Comisión de Asuntos Constitucionales que prepare propuestas para reformar los Tratados de la UE, lo que ocurriría a través de una Convención en línea con el artículo 48 del Tratado de la Unión Europea. 

En este proceso, la UE debería cambiar hacia un modelo de crecimiento sostenible, inclusivo y resistente, prestando especial atención a las PYME, dicen los eurodiputados, que piden que se aplique plenamente el Pilar Europeo de Derechos Sociales. También piden que la UE desempeñe un papel de liderazgo en la lucha contra el cambio climático, la protección de la biodiversidad y la promoción de la sostenibilidad a nivel mundial. Los eurodiputados también destacan que se puede lograr una mayor integración política y una auténtica democracia mediante el derecho de iniciativa legislativa del Parlamento y el fin de la unanimidad en el Consejo.

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Durante el debate del martes, la gran mayoría de los eurodiputados destacó que las expectativas, prioridades y preocupaciones de los ciudadanos se han escuchado alto y claro en este ejercicio de democracia participativa sin precedentes y que el resultado debe ser respetado.

Muchos subrayaron que los ciudadanos deben participar más junto con una representación democrática más fuerte a nivel de la UE. Otros señalaron áreas específicas en las que las propuestas impulsadas por los ciudadanos exigen cambios profundos, como la celebración de verdaderas elecciones europeas, así como nuevas competencias de la UE en áreas como la sanidad, la energía, la migración y la defensa. Algunos oradores criticaron la Conferencia, argumentando que el proceso fue defectuoso y que las propuestas no reflejan la opinión pública.