El sórdido caso de Angelina Barini ha llegado a su fin esta semana. La mujer, que trabajaba como prostituta en Nueva York, ha sido condenada por la corte federal de Brooklyn a 30 años de prisión por matar a cuatro de sus clientes con un cóctel de opiáceos.

Los crímenes, premeditados, reúnen todos los elementos de un thriller policiaco. Barini, de 43 años y origen ítalo-canadiense, se convirtió en una despiadada asesina en serie. "Mostraba un total desprecio por la vida humana", ha calificado en la nota de prensa de la sentencia el agente especial Ricky J. Patel, del departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) de Nueva York.

Tal y como ha descrito Breon Peace, fiscal federal para el Distrito Este de Nueva York, "la acusada drogó y mató a varias personas por unos pocos dólares". 

Su modus operandi era siempre el mismo: Barini vendía drogas mezcladas con fentanilo a sus víctimas, y mientras yacían inconscientes por el cóctel letal de drogas, les robaba.

La sentencia detalla los cuatro asesinatos perpetrados por Barini, que actuaba junto a un cómplice, su exnovio y narcotraficante Leslie Lescano, cuyos cargos aún están pendientes. 

Según los investigadores, los crímenes ocurrieron entre julio y agosto de 2019. En todos ellos, "Barini proporcionó narcóticos a sus víctimas para incapacitarlas y robarles sus pertenencias mientras, en ocasiones, realizaba negocios como trabajadora sexual", desgrana el documento. "En múltiples ocasiones, esos narcóticos contenían dosis letales de fentanilo", añade.

Arrestan a una prostituta por matar supuestamente de sobredosis al chef Andrea Zamperoni en Nueva York

El primer asesinato tuvo lugar el 4 de julio de 2019, cuando Barini se reunió con su víctima en un motel en Astoria, Queens, y le dio drogas con fentanilo. El hombre fue hallado muerto más tarde ese mismo día.

El segundo de los crímenes que se detallan ocurrió poco después, el 11 de julio de 2019. Angelina Barini se reunió con otra de sus víctimas en un motel en Woodside, Queens, y le suministró drogas con fentanilo que causaron su muerte por sobredosis.

Posteriormente, el 5 de agosto de 2019, Barini conoció a su tercera víctima en College Point, Queens, y repitió la misma operación que culminó en muerte por sobredosis.

El último asesinato de Barini fue el del chef italiano Andrea Zamperoni, de 33 años, que trabajaba en un prestigioso restaurante de Manhattan. Los hechos ocurrieron el 18 de agosto de 2019, cuando la acusada se encontró con Zamperoni en una habitación de un motel de Elmhurst, en Queens, y lo drogó con GBL, comúnmente conocido como la 'droga de la violación'. La víctima murió poco después, y Barini trató de deshacerse de su cuerpo en repetidos intentos sin ser detectada.

Finalmente, días después, la policía de Nueva York encontró el cuerpo de Zamperoni en la habitación del motel, envuelto en sábanas manchadas de lejía, y Barini fue detenida.

Para el fiscal federal Peace, esta sentencia de 30 años de prisión para Barini "está justificada por su escandaloso desprecio por la vida humana".